Ataques

Pánico en las pistas de baile británicas

Una oleada de ataques con «jeringuillas sedantes» en discotecas de Reino Unido abre una investigación tras una violación

Muchas jóvenes inglesas están siendo atacadas en discotecas con jeringuillas con sedantes
Muchas jóvenes inglesas están siendo atacadas en discotecas con jeringuillas con sedantesRicardo RubioEuropa Press

Sarah, nombre ficticio, estaba bailando en un club de Nottingham cuando, de repente, sintió «un pellizco» en la parte posterior de su brazo. Se dio cuenta que alguien le había pinchado con una aguja. «Afortunadamente sus amigos estaban con ella porque después de eso no recuerda nada más. Una ambulancia la llevó a Urgencias donde le pusieron un goteo y le hicieron numerosas pruebas. Ahora está bien», relataba en redes sociales su hermana. Como ella, decenas de jóvenes, en su mayoría mujeres, han denunciado en las últimas semanas ataques similares. Las agujas se clavan en cualquier parte del cuerpo. Aunque en otras ocasiones, la droga también se pone en las bebidas. Un hombre de 20 años fue arrestado la semana pasada en Nottingham y posteriormente puesto en libertad bajo fianza en relación con un caso que tuvo lugar el pasado 16 de octubre. Con todo, las denuncias provienen de distintas partes del país creando una ola de pánico ante lo que la prensa ya ha bautizado como «epidemia de pinchazos».

«Hemos pedido una investigación a la Policía sobre esto y pedimos a cualquiera denunciar este comportamiento», asegura un portavoz del Ministerio del Interior.

De momento, no se sabe cuántas personas han sido víctimas de tales ataques. Aunque la mayoría son mujeres, también hay hombres que ahora están comunicando a la Policía que sufrieron ataques similares hace ya tiempo. Es el caso de Richie Waynes, de 27 años, quien asegura que le clavaron una aguja mientras estaba en un club nocturno en Londres el año pasado. «Noté un pinchazo y cuando reaccioné vi la aguja en el suelo. En ese momento no sentí ningún efecto. Lo traumático vino después. Inmediatamente fui al hospital a hacerme pruebas. Mi mayor miedo era si me habían contagiado alguna enfermedad como sida. Hasta que conoces el resultado de las pruebas lo pasas realmente mal», explicaba a la prensa local.

La mayoría de los ataques han sido en club nocturnos. Aunque también se han dado casos de citas con gente que se ha conocido por redes sociales. Al cierre de esta edición, no había información oficial sobre si alguna de las víctimas fue agredida sexualmente después de desmayarse, aunque Sarah Crowe, quien dirige la División de Violaciones y Delitos Sexuales del Consejo de Jefes de Policía Nacional (NPCC), señala que se debe suponer que los perpetradores son guiados con motivos sexuales.

Por otra parte, tampoco está claro qué tipo de droga es la que se inyecta y si es la misma en todos los casos denunciados. Su funcionamiento sería similar al de la llamada píldora de violación, una sustancia que provoca somnolencia y pérdida del conocimiento cuando se coloca en la bebida de la víctima. Los expertos señalan que el más famoso de este tipo, el GHB, requiere una cantidad relativamente grande de líquido para disolver y las agujas que se están utilizando en las discotecas para poder pasar desapercibido son pequeñas, por lo que no pueden almacenar grandes cantidades.