Documentos inéditos

Los documentos de las noches con prostitutas de Martin Luther King antes de recoger el Nobel

El FBI desclasifica nuevos expedientes sobre el espionaje al que sometieron al líder de los derechos civiles

Martin Luther King, durante su discurso"I Have a Dream"
Martin Luther King, durante su discurso"I Have a Dream"larazon

El pasado 15 de diciembre, el presidente Joe Biden ordenó la desclasificación de miles de páginas relacionadas con las investigaciones oficiales sobre el asesinato de John F. Kennedy. Varias agencias y bibliotecas presidenciales desclasificaron documentos que llevan años ocultos bajo la etiqueta de secretos. Lo que no se podía saber es que el FBI aprovechara esta orden gubernamental para que revelara algunos de los muchos documentos que guarda sobre el espionaje al que sometió a una de las figuras más queridas por el pueblo estadounidense: el líder de los derechos civiles Martin Luther King jr.

Uno de los expedientes contiene 362 páginas, muchas de ellas censuradas, en las que aparecen detalles de lo que los federales averiguaron sobre la vida pública y privada de King, algo que se hizo siguiendo las órdenes del todo poderoso director del FBI J. Edgar Hoover. Alguno de los documentos de este dosier se extiende a la caza y captura de James Earl Ray, el hombre que asesinó al doctor King en 1968. Una buena parte de esta documentación se destina a aplaudir la labor de Alan G. Sentinella, un agente del FBI en Atlanta, que se dedicó a seguir los pasos del líder negro. Se llega a aplaudir que Sentinella “viste de manera conservadora y buen gusto”, además de provocar “una buena impresión” a sus contactos. Por los documentos desclasificados podemos saber que fue el propio Hoover quien encargó a Sentinella el seguimiento a King.

En otra carpeta se sitúa a King como alguien influido por el comunismo. Es algo que se ejemplifica ilustrando la actitud de quien fuera Premio Nobel de la Paz en episodios como la Marcha sobre Washington, la crisis de los misiles en Cuba o el incremento de la escalada militar estadounidense en Vietnam. Sin embargo, pese a que el FBI reconocía en estos papeles que muchas encuestas afirmaban que King es alguien “admirado por el pueblo americano” e, incluso, era definido como “un hombre de Dios”, el objetivo debía ser desacreditarlo. Y, para ello, los federales centraron su atención en sus aventuras extramatrimoniales.

El FBI habla de varias amantes y de encuentros en diferentes hoteles y moteles, además de en las oficinas de King o en la casa familiar de Atlanta cuando el reverendo estaba solo. Aparentemente, según los federales, King había tratado de llevar estas relaciones de manera clandestina, pero finalmente habían llamado la atención de sus asociados. Siempre según estos documentos, algunos de ellos se habían mostrado “celosos” ante el líder negro por esas relaciones.

El expediente también recoge que King había pagado cien dólares a un amigo en 1964 para que le organizara una noche con prostitutas. Dos años más tarde, durante una estancia en París, King se gastó 600 dólares en conferencias telefónicas con una de sus amantes.

Uno de los episodios más duros en este expediente nos llevan al 5 de enero de 1964, cuando King y otros integrantes de los derechos civiles participaron en el Willard Hotel, en Washington D. C., en una fiesta en la que se violó a una de las chicas participantes. El redactor del expediente escribe que se cometieron “actos sexuales naturales y no naturales”. Ese mismo mes, los días 6 y 7, King participó en una orgía sexual donde hubo un “excesivo consumo de alcohol”. Todo lo que ocurrió está grabado por el FBI. Las cintas no serán desclasificadas hasta 2027.

Uno de los sucesos más tristes tiene lugar en Oslo, la noche antes de la concesión del Premio Nobel de la Paz. Según el FBI, la policía se presentó en el hotel de King porque una prostituta le había robado dinero al hermano del pastor. Una fuente aseguró al FBI que el grupo de King “iba desnudo con prostitutas blancas arriba y abajo por las escaleras del hotel”.

El documento también apunta que Coretta, la esposa de Martin Luther King, conocía las infidelidades de su marido, pero mantenía una actitud “cínica” ante él. A veces también le reprochaba sus amistades y sus hábitos con la bebida.