Papel
A favor: Fiable y cumplidor
¿Es Trump un presidente digno de confianza? Ha tratado de sacar adelante la mayoría de sus promesas electorales, pero el Congreso y los jueces se lo impiden...
–El presidente está tratando de manejarse en el sistema de controles y equilibrios que conforman Estados Unidos para poder cumplir con su agenda. Es normal en la política americana que una Administración que empieza experimente avances y retrocesos y todavía más cuando no se identifica al presidente con ninguno de los líderes de los principales partidos. Pero ha demostrado ser mucho más fiable de lo que se esperaba; persigue las metas que se marcó a sí mismo con un discurso que apenas ha cambiado. Y cuando lo ha tenido que hacer, como en el caso del programa DACA (los llamados «dreamers»), ha hecho gala de una gran capacidad de crecimiento y compasión.
¿Cuál ha sido la decisión más sorprendente de este año?
–Posiblemente el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. Pero creo que, en general, todos sus movimientos en el panorama internacional han causado sorpresa porque no se ha dejado intimidar por la élite de dirigentes que creen ser mejores que él en todos los sentidos. Les ha obligado a negociar con él, a tratar con él, les guste o no, y esto es algo muy útil para que la comunidad internacional supere sus prejuicios e ideas inamovibles sobre cómo deben funcionar las cosas.
¿Cómo definiría la política exterior de Trump? ¿Está mal aconsejado?
–Ha definido su política con una gran sencillez y claridad. Trump aborda los asuntos de igual a igual, de compañero a compañero, y espera que los otros hagan lo mismo. No deja que nadie le diga a EE UU cuáles deben ser sus prioridades. Cuando dice «América primero» quiere decir que cada nación debe mirar por sí misma, igual que hace EE UU. Es una forma sana de ver las cosas, un cambio de perspectiva, ya que el hecho de que EE UU sea la mayor potencia del mundo no significa que deba echarse a la espalda las cargas del resto. Donde sea que intervengamos debemos hacerlo en base a nuestros propios principios humanitarios o intereses.
¿Se aleja la posibilidad del «impeachment»?
–No hay ninguna posibilidad, ni la más remota. Una vez que el país supere las elecciones legislativas de este otoño, ambos partidos se pondrán manos a la obra para preparar a los candidatos a las presidenciales de 2020. Un proceso que se vería seriamente socavado si alguien pone en marcha un «impeachment» sin base jurídica alguna.
¿Hasta qué punto han contribuido los medios y el establishment a «normalizar» el «trumpismo»?
–Durante el último año, los medios de comunicación y el «establishment» han atacado sistemáticamente la legitimidad de esta presidencia. Trump no ha sido acogido como una autoridad cuyo criterio debe ser tomado en consideración. Han tratado de obstaculizar su labor de Gobierno desde todos los ámbitos; desde la Prensa, el sistema judicial y, sobre todo, el Congreso. Y el hecho de que a pesar de todo esto tenga una gran impacto demuestra la enorme influencia de esta presidencia más que la aceptación de Trump como presidente.
* Profesor emérito de Ciencias Políticas en la Universidad de Michigan
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