Política

Bagdad

Al Maliki pide al Parlamento iraquí que declare el estado de emergencia

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pidió hoy al Parlamento de su país que declare el estado de emergencia por los avances del yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en partes del país, según anunció en una declaración a la nación.

"La gravedad de la situación requiere la adopción de medidas necesarias y urgentes, así como acelerar la petición al Parlamento para que afronte sus responsabilidades y anuncie el estado de emergencia y movilización general", dijo Al Maliki.

El primer ministro reconoció que el EIIL "se ha apropiado de instalaciones vitales", especialmente en la provincia de Nínive y su capital, Mosul, en el norte de Irak.

El presidente del Parlamento, Osama al Nuyaifi, había alertado hoy previamente de que los yihadistas se han hecho con el control de Nínive y pretenden ahora hacer lo mismo con la provincia de Salahedín, al norte de Bagdad.

"Movilizaremos todos nuestros recursos financieros, políticos y populares para recuperar las zonas que los terroristas han controlado", dijo en su discurso Al Maliki, quien instó a las tribus del país a tomar las armas y luchar contra el EIIL.

El primer ministro llamó también a la comunidad internacional, especialmente a la ONU, la Liga Árabe y la Unión Europea a asumir sus responsabilidades, ya que "todo el mundo sufrirá si el terrorismo se extiende".

El Ejecutivo iraquí, que ha creado una sala de crisis para seguir el conflicto, pidió también a los países vecinos que extremen la precaución en sus fronteras para impedir la infiltración de terroristas.

En la última semana, el EIIL ha golpeado a las fuerzas iraquíes y a la población civil en distintas partes del país.

Los partidos políticos kurdos evacuaron hoy sus sedes de Mosul, mientras que el Gobierno de la región autónoma del Kurdistán iraquí se dispone a ayudar a los miles de desplazados.

Al Maliki aseguró en su declaración que todos los ministerios van a multiplicar sus esfuerzos para aliviar la previsible oleada de desplazados.