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Al menos 35 muertos entre las ruinas

Los servicios de rescate inspeccionan casa por casa en busca de supervivientes
Los servicios de rescate inspeccionan casa por casa en busca de supervivienteslarazon

El alcalde de la ciudad de West, Tommy Muska, ha elevado a 35 el número de fallecidos a causa de la explosión ocurrida ayer en una fábrica de fertilizantes, en una entrevista concedida este jueves al diario 'USA Today'.

Muska ha detallado que entre los fallecidos hay diez "primeros asistentes", cinco voluntarios del Departamento de Bomberos, cuatro miembros de los Servicios Médicos de Emergencias y un bombero que estaba fuera de servicio pero que se acercó a ayudar.

El resto de los fallecidos son residentes en las viviendas que se encuentran en el complejo residencial ubicado en los alrededores de la fábrica de fertilizantes, que ha quedado completamente arrasado por las llamas.

Muska ha explicado que aunque no todos los cuerpos han sido recuperados, se presume que todas estas personas están muertas. Además ha indicado que hay otros dos voluntarios del Departamento de Bomberos que están desaparecidos.

El alcalde también ha indicado que actualmente el número de heridos por la explosión en la fábrica de fertilizantes supera los 160, aunque no ha detallado su estado.

Asimismo, ha apuntado que al menos unas 75 casas y edificios, incluidos el complejo residencial, una residencia de ancianos y un instituto, han quedado destrozados o han sufrido graves daños.

La explosión se produjo a las 20.00 horas (3.00 horas en España) en una fábrica de fertilizantes de West, una localidad de 20.000 habitantes situada en el norte de Texas. Las autoridades han indicado que fue similar a la de una bomba nuclear y que causó un seísmo de 2,1 grados en la escala de Richter.

Las autoridades investigan las causas de la explosión ayer en una planta de fertilizantes en la localidad texana de West, descrita por testigos como una "bomba nuclear", y hasta el momento solo han informado de que pueden haber muerto entre cinco y quince personas y de que hay al menos 179 heridos. Sin embargo, el director del sistema de emergencias de West, George Smith, ha asegurado que, hasta al momento se ha confirmado el fallecimiento de seis bomberos, dos médicos de emergencias y un agente de Policía, así como la desaparición de siete enfermeras de una residencia de ancianos y de un agente municipal, ha declarado . El propio Smith había declarado previamente que "los bomberos temen que el número de víctimas aumente hasta los 60 o 70 muertos", según la CNN.

El portavoz de la policía de Waco, Patrick Swanton, aseguró hoy que en la explosión de la planta de fertilizantes pueden haber muerto entre cinco y quince personas, aunque evitó dar cifras concretas, y afirmó que se ignora el paradero de entre tres y cinco bomberos.

La explosión ocurrió en la Fertilizadora West, en el pequeño municipio del mismo nombre localizado a unos 20 kilómetros al norte de Waco, poco antes de las 8 de la tarde, hora local, y se llegó a escuchar a más de 70 kilómetros de distancia.

"No tenemos indicio de que esto haya sido más que un accidente industrial o de que haya habido alguna actividad criminal, pero estamos investigándolo", dijo Swanton.

"Toda el área en torno a la planta es ahora una escena de crimen, sujeta a investigación", añadió.

La Agencia federal de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF por su sigla en inglés) se ha sumado a la investigación del suceso, ocurrido en una semana que comenzó con el estallido de dos bombas en Boston y el envío a la Casa Blanca y al Senado de sobres supuestamente contaminados con un compuesto tóxico.

Por su parte, el alcalde de West Texas, Tommy Muska, dijo hoy en una conferencia de prensa que de 50 a 60 casas han quedado demolidas, y que casi la mitad de los 2.800 habitantes del pueblo han sido evacuados.

"La explosión fue como la de una bomba nuclear", añadió.

Más de 700 policías, paramédicos, bomberos y voluntarios llegaron desde anoche a West Texas y hoy, mientras seguía ardiendo la planta de fertilizantes, buscaban supervivientes entre los escombros de casas y edificios derruidos.

La policía informó de que un edificio con 50 apartamentos quedó reducido a su esqueleto.

En la planta de Fertilizantes West comenzó un incendio al anochecer del miércoles y media hora después de que los bomberos recibieron la alerta y mientras trabajaban para controlar las llamas ocurrió una explosión.

Esta explosión, que según registró el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), provocó un temblor en la tierra de 2,1 grados en la escala de Richter fue calificado por muchos vecinos como "una bomba nuclear", mientras que otros creyeron que se había tratado de un terremoto.

Muska, que estaba entre los bomberos voluntarios que acudieron a la planta después de que se recibió la alarma cuando ocurrió la explosión, dijo que la onda expansiva le arrancó su casco y arrancó las puertas y ventanas de casas en el vecindario.

Las autoridades esperan con preocupación la aproximación a West Texas de un frente de tormentas y fuertes vientos de al menos 33 kilómetros por hora, lo que dificultará las labores de los bomberos y los socorristas.

La Guardia Nacional de Texas ha despachado unidades para el control de la zona de desastre, y con equipos para controlar la calidad del aire, según el Pentágono.

George Smith, el director de la residencia West Rest Haven para ancianos ubicada a unos 500 metros de la planta de fertilizantes y de los servicios de emergencia de West Texas, dijo que en cuanto apreció la magnitud del incendio ordenó la evacuación de los 133 pacientes allí alojados.

"Eso puede haber salvado vidas", añadió Smith, quien expresó su angustia porque no tenía información sobre el paradero de al menos tres miembros de su personal de emergencia que podrían haber resultado heridos o muertos mientras procuraban controlar el incendio.

En un informe a la Agencia de Protección ambiental de Texas, la firma Fertilizantes West había indicado recientemente que no presentaba un peligro de incendio o explosión, según el diario The Dallas Morning News.

Fertilizantes West indicó que tenía en esa planta 24,5 toneladas de amoniaco, y que lo peor que podría ocurrir allí era un escape de unos 10 minutos de amoniaco que no causaría lesiones.

El diario citó las recomendaciones de la industria para el manejo de los compuestos químicos advierten que, en caso de incendio, los bomberos no deberían mezclar agua directamente con el amoníaco "ya que esto puede resultar en un calentamiento del producto, que hará que el líquido se torne en una nube de vapor".