Alemania

Alemania estudia recuperar la «mili» ante la amenaza terrorista

Merkel derogó el servicio militar obligatorio hace cinco años por considerarlo innecesario

Varios soldados del Ejército alemán, durante un acto celebrado en el Ministerio de Defensa, en Berlín
Varios soldados del Ejército alemán, durante un acto celebrado en el Ministerio de Defensa, en Berlínlarazon

Apenas un mes después de que el zarpazo del terrorismo yihadista alcanzara Alemania, dejando a una veintena de personas heridas en Baviera, el Gobierno de Angela Merkel quiere ahora modificar su estrategia de defensa nacional. En un intento por evitar futuros ataques y por intensificar el despliegue de Fuerzas de Seguridad del país, el Consejo de Ministros se reúne hoy para redefinir su nuevo concepto de defensa civil, en el que la población será determinante. Entre otras medidas, el plan elaborado por el Ministerio del Interior, que será votado hoy, sugiere reintroducir el servicio militar obligatorio en situaciones de crisis en el país, según informó ayer «Die Welt» en base al borrador ministerial difundido.

Berlín derogó el servicio militar obligatorio hace sólo cinco años, en julio de 2011, tras considerar que había dejado de ser un elemento necesario para el Ejército y la seguridad nacional. Aquel histórico día para Alemania, 12.150 jóvenes se enrolaron en los batallones asignados, convirtiéndose en los últimos en cumplir el servicio, vigente durante 55 años y que, desde ese mes de marzo, pasó a convertirse en una misión voluntaria. De aprobarse hoy su reactivación, no requeriría de un procedimiento legal complejo, teniendo en cuenta que esta prestación militar está recogida en la Constitución alemana.

La iniciativa del Ejecutivo reitera que la reintroducción de la «mili» sólo se contemplaría en circunstancias extraordinarias y plantea de manera más concreta que el «apoyo a las fuerzas de combate» por parte de la población civil sería necesario si la nación, dentro de un operativo de la OTAN, requiriera reforzar la defensa de sus fronteras.

Asimismo, el proyecto estudia convertir en obligatoria la ayuda ciudadana al Ejército en materia logística, en «cuestiones de organización de suministro y de infraestructuras de alojamiento», reza el borrador. Además, las empresas civiles deberán participar en la edificación, inspección o arreglo de los cuarteles que resultasen clave para las fuerzas militares. El nuevo concepto de defensa civil exigiría también a la población alemana colaborar en los servicios de correos. «Se garantizará el envío rápido y seguro de correo importante para el Ejército en el marco de la ley sobre seguridad de las telecomunicaciones y correos», indica el documento.

La posible aprobación de este nuevo plan estratégico del Ejecutivo alemán sorprende después de que, a principios del mes pasado, la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen (CDU), declarase que, a pesar de las tensiones con Rusia y con el terrorismo islamista, no veía motivos para reintroducir el servicio militar obligatorio. Sin embargo, los últimos acontecimientos parecen haber modificado la postura del Gobierno y han forzado a la coalición entre la Unión Cristiano Demócrata de Merkel y los socialdemócratas del SPD a estudiar nuevas posibilidades para blindar el país en caso de peligro.

La sombra del terrorismo yihadista oscureció la paz alemana por primera vez el pasado 18 de julio, cuando un refugiado de origen afgano y de tan sólo 17 años desató el pánico en un tren regional en la ciudad bávara de Würzbugo, tras herir con un hacha y un cuchillo a cinco pasajeros, entre ellos cuatro turistas de Hong Kong. Pocos días después, en la localidad de Ansbach del mismo «Land», un refugiado sirio hirió a una quincena de personas tras detonar una bomba en su mochila frente a un concierto. Ambos atentados fueron reivindicados por el grupo terrorista Daesh.

En la actualidad, la «Bundeswehr», el Ejército federal alemán, roza los 180.000 soldados, incluyendo en esta cifra a los militares permanentes, a los temporales y a los de carácter voluntario. Un 10% del contingente total, en torno a 19.800, son mujeres, una proporción que ha ido en aumento desde 2001, año en el que sólo 6.700 de ellas servían al país, según los datos facilitados ayer por el Ministerio del Interior.