Argentina
Argentina niega que Kirchner encubriera a terroristas iraníes a cambio de crudo
El Gobierno argentino calificó ayer de «patraña» la denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas iraníes y la atribuyó a un complot judicial con ayuda de «grupos de inteligencia» y fines «golpistas». Mientras Fernández guarda silencio, el Ejecutivo cerró filas para defenderla de las acusaciones del fiscal Alberto Nisman, que sostiene en su demanda que dio instrucciones para la firma de un acuerdo con Irán que implicaría encubrir a los supuestos autores del atentado contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994.
Ayer, Nisman detalló que el objetivo del entramado era mejorar las relaciones con Teherán para negociar la llegada de petróleo a Argentina. El fiscal ha acusado a la mandataria aunque todavía no pidió su detención. Además, solicitó un embargo sobre sus bienes por unos 23 millones de dólares.
En el complot figuran, además, el diputado Andrés «Cuervo» Larroque, y los dirigentes kirchneristas Luis D’Elía y Fernando Esteche. Estos dos últimos habrían actuado como enlace entre el Gobierno y el régimen iraní, mientras que Larroque, líder de la organización juvenil La Cámpora, habría oficiado como intermediario para llevar las órdenes de la jefa de Estado.
El tema habría empezado de casualidad, con un teléfono intervenido a Mohsen Rabbani (uno de los responsables del atentado y ex consejero cultural de la Embajada de Irán en Buenos Aires). La sorpresa fue cuando hombres cercanos a la presidenta empezaron a ponerse en contacto con él para cerrar acuerdos. Según la Justicia argentina, entre los acusados de organizar el ataque, además de Rabbani, está Ali Fallahijan, ex ministro de Inteligencia iraní. El Gobierno de Fernández firmó en 2013 un acuerdo con Irán para que fiscales argentinos pudieran interrogar a los sospechosos, pero hasta ahora no ha habido avances.
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