Asad golpeará Alepo hasta la conquista final

Alepo volvió a amanecer ayer bajo la lluvia incesante de bombardeos, en la peor ola de violencia que vive en años la segunda ciudad de Siria. L

Alepo volvió a amanecer ayer bajo la lluvia incesante de bombardeos, en la peor ola de violencia que vive en años la segunda ciudad de Siria. Los ataques aéreos golpearon con fuerza los barrios rebeldes de Al Mashhad y Saif al Daula y provocaron grandes incendios. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó de que «decenas de bombardeos» habían alcanzado los distritos del este de Alepo después de la medianoche del domingo, con muchos heridos y al menos dos civiles muertos . Las víctimas eran dos menores de la misma familia que fallecieron por un ataque aéreo de aviones no identificados.

Bombardeos similares tuvieron lugar ayer en los barrios controlados por la oposición de Bustan al Qasr, Al Helik, Al Ameriya, Bab Qansarin y Sheij Said, donde hubo varios heridos. También se produjeron ataques en localidades situadas al oeste y al noroeste de Alepo como Al Mansur, Hian y Kafr Dael, así como en Jan al Asal, donde una persona perdió la vida y varias resultaron heridas. El Observatorio agregó que al menos 128 civiles, entre ellos 20 menores y nueve mujeres, habían muerto en ataques sirios y rusos en Alepo oriental desde que el jueves el régimen lanzase una nueva ofensiva para recuperar todas las áreas bajo control opositor en la otrora capital económica siria. Además, otros 36 civiles, entre ellos once niños y cinco mujeres, fallecieron en ataques contra zonas rurales.

Alepo se ha convertido en una especie de infierno en la tierra donde sobrevivir a veces es más duro que morir. La falta de alimentos, medicinas y agua potable multiplica el sufrimiento diario de la población civil atrapada en esta ciudad devastada por las bombas. Fuentes médicas en Alepo revelaron que sólo 30 médicos trabajan en la zona rebelde y que el personal de los hospitales lucha por atender a un gran número de heridos por los ataques aéreos y combates, en medio de una grave escasez de fármacos y material para los heridos graves.

«Estamos al límite, ya no queda sangre en los hospitales para transfusiones por la gran cantidad de heridos que están llegando», declaró a LA RAZÓN Khaled Khatib, un coordinador del equipo de rescate de Defensa Civil, conocido como los «cascos blancos».

Ante la escasez de alimentos, el precio de los productos de primera necesidad se ha multiplicado. El precio de una porción de pan ha aumentado hasta 500 libras sirias (lo que equivale a un dólar) cuando la semana pasada costaba unas 350 libras, explicó Hasan Yasin, de 40 años de edad, del barrio de Ferdus. La comida es cada vez más difícil de encontrar, incluso varios de los comedores de las asociaciones caritativas en el este de la ciudad han dejado de operar por peligro de ataques aéreos. Los suministros de agua potable han sido cortados en muchas áreas después de que las instalaciones quedaran dañadas por las bombas el fin de semana.

En el terreno diplomático, la escalada de tensión entre Moscú y Washington aleja toda posibilidad de una tregua en Siria. Tras las contundentes palabras de la representante de EE UU ante la ONU, Samantha Power, que denunció que lo que Moscú está haciendo en Siria «no es contraterrorismo, sino barbarie», el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó ayer a Washington de parcialidad. «En los últimos días, EE UU dejó de desempeñar el papel de copresidente imparcial del Grupo Internacional de Apoyo a Siria y con toda evidencia se ha volcado a apoyar a un solo bando, siempre el suyo», criticó Lavrov. Su «número dos», Mijail Bogdanov, señaló que la guerra es la alternativa a los acuerdos ruso-estadounidenses sobre Siria. «Continuar la guerra o continuar los esfuerzos para acabar con esta guerra, no hay más alternativas», afirmó Bogdanov. Asimismo, ayer el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, descartó la propuesta del ministro de Exteriores sirio para la formación de un Ejecutivo de unidad. «Es bastante complicado hablar de Gobierno de unidad mientras siguen bombardeando Alepo, matando a mujeres y niños», aseveró desde Cartagena de Indias.