Asad se aferra al poder

¿Se irá el mandatario sirio o permanecerá en su «trono»? No está claro totalmente qué es lo que declaró el presidente de Siria, Bachar al Asad, sobre sus planes de permanencia en el poder. Pero el futuro político de líder sirio preocupa al régimen de Damasco pocos días antes de celebrarse la conferencia de Ginebra, que en realidad se reúne en la ciudad suiza de Montreaux. Según la agencia de noticias rusa Interfax, Asad habría dicho a parlamentarios de Rusia que le visitaron que no tiene ninguna intención de renunciar al poder y que el tema no está sobre la mesa. «Si hubiéramos querido renunciar, lo habríamos hecho al comienzo», es la cita atribuida al presidente. «Estamos en guardia por nuestro país. El tema no está en discusión».

La televisión estatal siria dijo que las palabras atribuidas a Asad «son imprecisas» y aclaró que el presidente no había concedido ninguna entrevista a Interfax, aunque la agencia no lo había alegado, sino que había atribuido a Asad citas supuestamente pronunciadas durante su reunión con los parlamentarios rusos. En realidad, los comentarios de los medios oficiales sirios parecían concentrarse más en formalidades técnicas que en el contenido mismo. Pero cabe recordar que en los momentos más duros de estos últimos tres años –cuando a su alrededor todo parecía desmoronarse–, Asad nunca sugirió en sus discursos televisivos que podría dimitir o aceptar una renunciar paulatina del poder.

Hace pocos días, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que «Asad no tiene lugar en el futuro de Siria», pero el régimen de Damasco sostiene que va a la conferencia Ginebra II para «combatir el terrorismo». En medio está la ONU, cuya postura declarada es que espera lograr una transición política en el país, aunque no habla explícitamente de sacar a Asad del escenario sirio.

Alexander Yushchenko, parlamentario y miembro de la delegación rusa que visitó Siria, fue citado por otra agencia moscovita, Itar Tass, a la que indicó que Asad ha sugerido que sus oponentes no han anunciado su candidatura ni se han postulado contra él por los votos de la gente. En la práctica, el supuesto desafío a sus opositores no es más que un intento de ganar tiempo.

Pasado mañana se reúne la ya mencionada conferencia en Suiza, concebida precisamente para tratar la crisis en el país, que ya se ha cobrado la vida de más de 130.000 personas en tres años de conflicto. Sin embargo, el escenario en el que se celebra la esperada conferencia de paz está lejos de vaticinar una rápida solución que acabe con el régimen de Asad, en gran medida debido a la línea radical adoptada por los grupos salafistas y yihadistas dentro de la guerra contra el Gobierno central. El dirigente sirio ha advertido estos días de que los principales problemas que conciernen a Occidente y a Estados Unidos sobre su política hacia Oriente Medio es que sus líderes «están muy lejos de comprender la realidad y la naturaleza de la región, así como los intereses de sus pueblos».