Austria

Auge del partido xenófobo en Viena

El polémico Partido Liberal se convierte en la segunda fuerza más votada azuzando la crisis de refugiados

El líder del Partido Liberal autriaco (FPOe) Heinz-Christian Strache, deposita su voto en el colegio electoral en Viena
El líder del Partido Liberal autriaco (FPOe) Heinz-Christian Strache, deposita su voto en el colegio electoral en Vienalarazon

Los socialdemócratas mantienen su feudo de Viena pese al fuerte auge de la extrema derecha tras las elecciones municipales celebradas ayer. Las primeras proyecciones de la televisión pública autriaca ORF conceden al Partido Socialdemócrata (SPÖ) un 39,5% de los votos, cinco puntos menos que en 2010, por lo que podrán reeditar su coalición con Los Verdes, que pese a bajar un punto ascendieron a tercera fuerza de la asamblea local, con el 11,5% de los votos. El alcalde en funciones, Michael Häupl, reconoció que «podría gobernar bien» con este resultado.

Con todo, la verdadera sorpresa de la jornada electoral en la capital austriaca fue el fuerte ascenso de la ultraderecha (FPÖ), que por primera vez en la historia se convirtió en la segunda fuerza más votada al cosechar un 30,9% (cinco puntos más que hace cinco años). Su candidato y líder del partido, Heinz Christian Strache, había convertido esta cita en las urnas en un ensayo para conquistar el poder en las elecciones federales de 2017. Para ello, no ha dudado en aprovechar la crisis migratoria que ha afrontado Europa este verano, concretamente los 180.000 refugiados procedentes de Oriente Medio y Asia que en septiembre atravesaron Viena camino de Alemania. Para el FPÖ, no se trata más que de inmigrantes económicos que roban el empleo a los europeos, por lo que deberían tener derecho a asilo. Y de concedérselo, debería ser sólo de forma temporal. Strache promete el cierre para los extranjeros de determinados sectores del mercado laboral y dar preferencia a «los vieneses auténticos» en la entrega de viviendas sociales, entre otras cosas. En su propaganda electoral, el euroescéptico FPÖ alerta sobre que en Viena hay «bandas de extranjeros que aterrorizan a la población». pese a que la criminalidad ha bajado un 2,5% desde las pasadas elecciones de 2010, según datos del Ministerio del Interior.

Este discurso xenófobo aupó a Strache en los sondeos previos al colocarlo empatado con Häupl en el 35% de los votos. Anoche, sin embargo, el alcalde y gobernador socialdemócrata de Viena no dudó en distanciarse de los eslóganes antiinmigración de su rival al asegurar que seguirá defendiendo la solidaridad con aquéllos que huyen de la guerra y el hambre porque «es lo que he defendido durante toda mi carrera política». Este discurso de puertas abiertas coincide con el que defiende el Gobierno federal entre socialdemócratas y conservadores (ÖVP), pero también ha despertado los temores de una parte de la próspera sociedad austriaca.

Finalmente, el partido liberal Neos logró superar el umbral del 5% de votos e ingresar en la asamblea vienesa, con el 6,2%.

Desde una perspectiva nacional, el resultado de Viena, una ciudad de tradición de izquierdas que ha sido gobernada por los socialdemócratas desde el final de la II Guerra Mundial, no deja de ser preocupante. Los ultras se han colocado como principal partido de la oposición barriendo a la derecha tradicional, el Partido Popular (ÖVP) a la cuarta posición, con 9,3% tras perder casi cinco puntos en las urnas.

Con este resultado, difícilmente socialdemócratas y conservadores podrán reeditar la gran coalición que comparten en el Gobierno federal, lo que colocaría a la derecha xenófoba como árbitro de la política austriaca.