Elecciones
Aumenta la presión contra la Liga tras el crimen xenófobo
A menos de un mes para que los italianos acudan a las urnas, los atentados ocurridos el pasado sábado en la localidad de Macerata recrudecen los discursos electorales y dan muestra de la crisis política que atraviesa el país por el aumento de movimientos xenófobos entre sus fronteras. Las palabras inmigración y lucha contra el racismo copan más que nunca los discursos de los candidatos a la presidencia, en mitad de un delicado clima electoral.
Hoy Macerata respira con cierto alivio tras el atentado que vivió el pasado sábado, en el que un cabeza rapada de 28 años abría fuego contra seis personas de color como venganza al asesinato de una joven en manos de un inmigrante senegalés. Sin embargo, y a pesar de que todo parece haber vuelto a la calma en esta pequeña localidad italiana, este suceso ha sido la muestra definitiva de que se ha sobrepasado el límite.
«Necesitamos respeto, no podemos ahogarnos en el odio, todos deben dar un paso atrás» con esta súplica se dirigía a los medios el alcalde de la localidad, Romano Carancini. Unas palabras que no caen en saco roto, ya que hechos como los ocurridos en Macerata no hacen más que evidenciar los efectos de una fuerte campaña de odio alimentada por varias formaciones durante los últimos años en Italia.
Una vez más las redes sociales sirven como arma de doble filo en el juego político italiano. Si bien los candidatos cuentan con activos perfiles en redes que usan como medio para sus campañas, también se convierten en plataformas donde dejan en evidencia su gestión. Y esta ocasión no iba a ser menos. Ni un día después del suceso ya circulaba una fotografía del agresor con Matteo Salvini, líder de la formación con la que se presentó en las últimas elecciones municipales.
La polémica sobre la xenofobia y la violencia estaba servida, y los partidos han sabido aprovecharla introduciéndola en sus discursos. «Es evidente que una inmigración fuera de control, una invasión financiada todos estos años, conduce al desencuentro social», han sido las palabras de Salvini tras los atentados. El candidato a la presidencia por el Movimiento 5 Estellas, Luigi Di Maio, ha condenado firmemente lo ocurrido y hace un llamamiento a no instrumentalizar los hechos de cara a las elecciones. Matteo Renzi, por su parte, alarma sobre el aumento de violencia por motivos raciales y apela a que se calmen los ánimos.
Y es que, tal y como explicaba el periodista Massimo Giannini en el diario italiano La Repubblica, «puede ser que Luca Traini fuera un loco, pero el veneno inoculado en el país por los discursos de Matteo Salvini y el partido neofascista CasaPound no pueden ser ignorado». Lo peligroso de la situación, no es que los políticos aprovechen la tesitura en mitad de la campaña electoral, sino que los sondeos hagan líderes en las encuestas a una coalición de centroderecha en el que la Liga del Norte también participa.
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