Roma

Balón de oxígeno para los radicales italianos

El joven Luigi Di Maio será el cabeza de lista del M5E. Salvini aspira a liderar la derecha sin Berlusconi

La Razón
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Beppe Grillo prepara ya su equipo y su programa de Gobierno

El joven Luigi Di Maio será el cabeza de lista del M5E

Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5E), reclama que Italia se encamine «lo antes posible» hacia unas elecciones generales con la actual ley electoral, asegurando que prepararán «el futuro equipo de Gobierno» a la vez que la candidatura del joven Luigi Di Maio como nueva cabeza visible de la formación. «¡Viva! Ha ganado la democracia», afirma Grillo desde su blog. «La respuesta de los italianos ha sido clara. La propaganda del régimen y de todas sus mentiras son los primeros que han sufrido la derrota en este referéndum». Y añade: «Los tiempos han cambiado. La soberanía pertenece al pueblo, y a partir de hoy se comenzará a aplicar de verdad nuestra Constitución». «Los primeros ganadores –sigue el cómico– son los ciudadanos, que han levantado la cabeza y han ido a votar sin importarles las televisiones y los periódicos, para rechazar la reforma constitucional y a quien la ha propuesto sin ningún mandato popular». Según él, «ha sido una lección para todos: no se puede mentir constantemente al pueblo sin sufrir consecuencias». Tal como se publica desde su página, a partir de la semana que viene empezarán «las votaciones en línea» para determinar el equipo y el programa de Gobierno del M5E, una formación política que no nació para gobernar, sino para «vigilar» la política.

La Liga Norte reclama elecciones inmediatas para rentabilizar el «no»

Salvini aspira a liderar la derecha sin Berlusconi

Otro sector de la política transalpina que no teme unas nuevas elecciones legislativas es la xenófoba Liga Norte de Matteo Salvini. «No queremos perder otros cinco o seis meses. Tenemos que ir a las elecciones enseguida, con cualquier ley electoral. No apoyaremos ningún Gobierno que tenga como objetivo reescribir la ley electoral». Salvini se congratula de que «en las regiones en las que gobernamos, como Véneto, Lombardía y Liguria, el ‘‘no’’ ha ganado con gran holgura». Ante la pregunta acerca de cuánta Liga Norte hay en esa victoria, contesta con rodeos: «No me quiero atribuir el mérito de la victoria. Ha sido una victoria de todos los italianos, incluso de los menos cercanos a nosotros». Haciendo alusión a la necesidad de primarias en la eventual coalición de centro derecha con Silvio Berlusconi, añadió que «el voto del domingo aclara que los italianos quieren decidir su líder, sin interferencias externas. Así pues, quien quiera enfrentarse a Renzi o Grillo tendrá que pasar por el visto bueno de los ciudadanos». Hace pocos días, Salvini afirmó a LA RAZÓN que si se fuera enseguida a unas elecciones generales «sería una competición entre tres. Nosotros, el PD y el Movimiento 5 Estrellas. Ninguno tiene una ventaja clara, así que si jugáramos seriamente podríamos ganar».

Atados por la actual ley electoral

Antes de poder acudir a las urnas, los partidos italianos necesitarían reformar una ley electoral de 2015, la «Italicum», que prevé un premio de mayoría para el partido más votado. El hecho de que los italianos rechazaran en referéndum la reforma del Senado obliga a acordar un díficil encaje de bolillos, dado que la «Italicum» no prevé la elección de la Cámara Alta.