Damasco

Ban Ki Moon insta a las partes combatientes en Qusair a permitir que los civiles abandonen la ciudad

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha instado este sábado a los rebeldes y a las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, así como al partido-milicia chií libanés Hezbolá, que en estos momentos luchan en Qusair, cerca de la frontera con Líbano

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha instado este sábado a los rebeldes y a las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, así como al partido-milicia chií libanés Hezbolá, que en estos momentos luchan en Qusair, cerca de la frontera con Líbano, a permitir que los civiles abandonen la ciudad.

Ban ha revelado que está siguiendo "con suma preocupación"la situación en Qusair y ha pedido a las partes en combate que permitan

a los civiles abandonar la ciudad, cuya población roza los 30.000 habitantes.

"Los ojos del mundo están puestos sobre ellos y (...) deberán rendir cuentas por cualquier acto de atrocidad que se lleve a cabo contra la población civil de Qusair", ha afirmado el secretario general de la ONU en un comunicado.

La coordinadora de la ayuda de emergencia de la ONU, Valérie Amos,

y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, se han mostrado alarmadas ante el hecho de que miles de civiles se encuentren atrapados en Qusair.

"Creemos también que podría haber unas 1.500 personas heridas que necesitan urgentemente ser evacuadas para poder recibir tratamiento médico y que la situación general en Qusair en desesperada", han denunciado Amos y Pillay en un comunicado conjunto.

Los rebeldes han solicitado ayuda militar y médica para los cientos de heridos durante la ofensiva de las fuerzas gubernamentales, que también se encuentran inmersas en feroces combates en los alrededores de la capital de Siria, Damasco, y en el norte y centro del país.

La batalla de Qusair, que ya dura dos semanas, tiene por objetivo asegurar las rutas de suministro cerca de la frontera con Líbano, que ambos bandos acusan al otro de utilizar para reforzar sus fuerzas en el interior de Siria. Además, para Al Assad, la conquista de Qusair supondría la creación de un cinturón de control del territorio entre Damasco y el fortín que posee en la costa mediterránea, donde se concentra el grueso de la minoría alauí, a la que pertenece.

El creciente papel de Hezbolá en el conflicto sirio ha provocado la ira de los rebeldes, que han amenazado con llevar la batalla de Qusair al interior de Líbano a menos que los milicianos del grupo libanés se retiren.

De hecho, esta mañana al menos siete cohetes han sido disparados hacia el valle de Bekaa, en Líbano, desde zonas del interior de Siria controladas por los rebeldes, según han revelado fuentes de seguridad. La mayoría de los cohetes han impactado en campo abierto por lo que nadie ha resultado herido, aunque algunos edificios se han visto afectados por la metralla.

La batalla de Qusair está teniendo lugar mientras Rusia y Estados Unidos intentan vencer sus diferencias sobre Siria y lograr sentar a las partes en conflicto en la mesa de negociaciones para buscar una solución política a la guerra civil siria, que ya ha causado más de 80.000 muertos.