Berlín prohíbe las marchas de los islamófobos por temor a atentados

Los simpatizantes de Pegida no se congregarán esta noche en el centro de Dresde. La Policía alemana prohibió ayer todas las manifestaciones y concentraciones al aire libre previstas para hoy tras conocerse que existe un «riesgo terrorista» contra este movimiento islamófobo. Según el jefe de Policía de Dresde, Dieter Kroll, «ya no se trata de un peligro abstracto, sino de un peligro concreto» y aludió a un mensaje de Twitter en el que, en árabe, se define a los seguidores de Pegida como «enemigos del islam».

Poco antes, desde su página de Facebook, este movimiento cancelaba la manifestación alegando peligro de atentados. «¡Cancelada! Queridos amigos, desgraciadamente tenemos que anular nuestro decimotercero encuentro por razones de seguridad». En contrapunto, y junto a este mensaje colgado en internet, Pegida instó a sus seguidores a que encendieran velas y colocasen banderas alemanas en las ventanas. Por su parte, la «rama» bávara de Pegida, la Bagida, invitó a los islamófobos de Dresde a trasladar su manifestación de esta tarde a Múnich. Según informaron algunos medios germanos, Luzt Bachmann, líder de Pegida, quien cuenta con un historial delictivo, sería el objetivo de estas amenazas.

En su comunicado, la Policía señala asimismo que hubo llamadas de que podría haber «asesinos entre los manifestantes» dispuestos a «matar a algún miembro de la organización de las manifestaciones de Pegida». Unas intimidaciones que se llevan gestando días. De hecho, las autoridades germanas confirmaron haber recibido la advertencia de posibles atentados contra las manifestaciones en Dresde y las estaciones de tren de esta ciudad y de Berlín, mientras que el semanario «Der Spiegel» publicó el viernes que servicios de inteligencia extranjeros habían interceptado comunicaciones de «yihadistas conocidos internacionalmente» sobre posibles ataques contra las marchas de Pegida. El movimiento xenófobo e islamófobo ha ganado importancia en Alemania, especialmente en Dresde, donde 25.000 personas se congregaron en la última convocatoria. El ascenso de Pegida ha provocado fuertes reacciones de los partidos y de muchos sectores sociales, que organizan contramanifestaciones todas las semanas en favor de una sociedad abierta y solidaria, y sobre todo han puesto en alerta a las autoridades alemanas, que se han visto obligadas a redoblar sus esfuerzos contra el terrorismo islámico tras los ataques de París.