Política

Referéndum en Escocia

Brown, pilar de la victoria del «no», pide la unidad tras el referéndum

El político laborista dijo hoy que él y los líderes de las tres principales formaciones británicas han firmado una «resolución» en la que se comprometen a cumplir con un calendario de entrega de poderes.

El ex primer ministro británico Gordon Brown, arquitecto de la victoria del "no"en el referéndum de Escocia, pidió hoy trabajar por la unidad escocesa y cumplir con los compromisos de entregar más poderes al Parlamento de Edimburgo.

Visto como salvador del bando del "no"tras su intervención en la campaña electoral con discursos apasionados, el político laborista se alzó hoy como garante de las promesas ofrecidas por los principales partidos antes del plebiscito del jueves.

El que fuera primer ministro entre 2007 y 2010, en sustitución de Tony Blair, dijo hoy que él y los líderes de las tres principales formaciones británicas han firmado una "resolución"en la que se comprometen a cumplir con un calendario de entrega de poderes.

Ante el avance de la causa independentista en el tramo final de la campaña, los principales partidos de Westminster ofrecieron a los escoceses concederles más autonomía si votaban por quedarse en Reino Unido y no rompían la unidad del territorio británico.

En la consulta del jueves, los mayores de 16 años residentes en Escocia rechazaron ampliamente la independencia, en una votación histórica que contó con una participación de casi el 85 %.

En un discurso hoy en Fife, en el este de Escocia, Brown aseguró que las promesas de más autonomía "serán cumplidas"y se mostró confiado en que se podrá trabajar por la unidad de Escocia, después de que la campaña electoral estuviera marcada por mutuas acusaciones y algunas denuncias de intimidación.

Según el político laborista, que ha descartado su vuelta a la primera fila de la política, el documento que han firmado los líderes incluye la promesa de redactar el borrador de ley sobre la autonomía de Escocia que deberá estar listo para finales de enero.

Además de Brown, el documento, que será presentado el lunes en la Cámara de los Comunes, ha sido firmado por el primer ministro británico, el conservador David Cameron; el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, y el viceprimer ministro, el liberaldemócrata Nick Clegg.

El ex primer ministro, nacido en la ciudad escocesa de Glasgow hace 63 años, explicó que los funcionarios ya están trabajando en el calendario concreto para entregar poderes a Edimburgo.

Según este calendario, la Cámara de los Comunes debatirá el 16 de octubre -primer día del Parlamento tras el receso por los congresos de los partidos- el plan para "devolver"poderes a Escocia.

Los políticos de Westminster han prometido entregar más autonomía a Escocia en áreas como el sistema impositivo y las políticas del bienestar, si bien el Parlamento de Holyrood ya tiene varias competencias, como educación, agricultura o pesca, aunque asuntos como la defensa o Exteriores corren a cargo de Westminster.

En su discurso, Brown agregó que hay que dejar atrás los enfrentamientos y pidió a los dos bandos deshacerse de carteles y banderas desplegados durante la campaña para trabajar por la unidad.

"Hay un momento para la lucha pero hay un momento para la unidad y este es el momento de que Escocia se una", afirmó.

"Estoy seguro de que podemos encontrar maneras de unificar este país en torno a causas comunes que todos podamos ayudar, los del 'sí' y los del 'no", agregó Brown, que también agradeció al ministro principal escocés, Alex Salmond, por sus años de servicio tras presentar ayer su intención de dimitir el próximo noviembre.

Así como los políticos ya se han puesto a trabajar para atender la situación de Escocia, la propuesta de Cameron de llevar a cabo un cambio autonómico en el Reino Unido ha causado fricciones entre conservadores y laboristas, sobre todo por la situación de Inglaterra, que no tiene establecida -a diferencia de Gales e Irlanda del Norte- una asamblea propia.

Cameron es partidario de que los asuntos de Inglaterra sean responsabilidad de diputados de circunscripciones inglesas, algo no bien visto por Miliband, que opta por convocar una convención constitucional que estudie la situación autonómica del país.

Los analistas recalcan que una autonomía en los términos de Cameron sería desastroso para el Laborismo pues excluiría de votaciones importantes a sus cuarenta diputados escoceses, pero favorecería a los "tories", que tienen apenas un diputado escocés.