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Cameron presenta su hoja de ruta en la UE

El «premier» realizará una consulta en Reino Unido sobre su pertenencia a la UE
El «premier» realizará una consulta en Reino Unido sobre su pertenencia a la UElarazon

Los Veintiocho escucharon sus exigencias, aunque aplazan el diálogo para finales de año.

Londres consiguió ayer su momento de gloria para exponer ante sus socios sus intenciones para reformar la Unión Europea y lanzarles su apuesta por convocar un referéndum en el que los ciudadanos decidirán su pertenencia a la UE. En una cumbre dominada por Grecia y las dificultades para llegar a un acuerdo de vital importancia para la eurozona, el primer ministro británico, David Cameron, no dudó en exigir tiempo para su cuestión particular. Los líderes le dedicaron la cena de ayer y un pequeño párrafo en las conclusiones del Consejo. «Tomaron nota» de los planes de Reino Unido y se comprometieron a volver a retomar el asunto a finales de año, en diciembre. Aunque apenas suma tres líneas, el mensaje de los líderes europeos servirá a Cameron para atestiguar en su casa la celeridad con la que ha empezado las negociaciones con la UE. Desde mayo, el «premier» va trabajando sus apoyos para establecer un mejor marco de relaciones con la Unión Europea, desde donde le imponen como límite las cuatro libertades fundamentales.

Otro de los temas clave de la cumbre fue la inmigración. La falta de consenso entre los Veintiocho deja pendiente de negociación el sistema de reparto de refugiados para los próximos dos años. El presidente del Consejo, Donald Tusk, reconocía las diferencias y pedía a los socios detallar a finales de julio el número de refugiados que podrían acoger, porque los líderes europeos sólo se comprometieron a recibir inmigrantes sin especificar si esto se realizará según criterios de voluntariedad u obligatoriedad.

En la cumbre europea que empezó ayer en Bruselas, los Veintiocho acordaron que todos los Estados miembros participarán en la recolocación de «40.000 personas claramente necesitadas de protección internacional, que serán reubicadas desde Italia y Grecia a otros Estados miembros en un plazo de dos años». Asimismo, aceptaron «el principio de que todos los Estados miembros participarán en el reasentamiento de 20.000 personas desplazadas claramente necesitadas de protección internacional». Pero los detalles tendrán que esperar. La propuesta presentada por la Comisión en la que establecía cuotas fijas a cada Estado no cayó bien desde el primer momento y los líderes no creen que imponer cuotas sea una solución a la inmigración masiva.

«Hoy [por ayer] no tenemos consenso entre los Estados miembros sobre cuotas obligatorias para inmigrantes. Pero al mismo tiempo, un mecanismo voluntario no puede ser una excusa para no hacer nada. Puedo entender a los que quieren este mecanismo voluntario, pero sólo será creíble si ofrecen compromisos precisos y significativos a finales de julio como muy tarde. Porque la solidaridad sin sacrificio es pura hipocresía. Ahora no necesitamos declaraciones vacías sobre solidaridad, sino sólo hechos y números», decía el presidente Tusk.

Sobre inmigración, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puso de relieve la importancia de priorizar la cooperación con terceros países para luchar contra las mafias. Es otro de los puntos donde los Veintiocho han solicitado a la Comisión que trabaje con el objetivo de «asistir a los países socios en su lucha contra las redes de tráfico de inmigrantes, reforzar la cooperación a efectos de una política de retorno eficaz y seleccionar mejor los objetivos de la cooperación para el desarrollo».