Escocia
Cameron promete acelerar el traspaso de poderes a Escocia
Ya lo advirtió la líder nacionalista Nicola Sturgeon durante la noche electoral: «Se han movido las placas tectónicas de la política. Hay un fuerte deseo de que la voz de Escocia sea escuchada y ningún Gobierno va a poder obviarla». En efecto, después de conseguir 56 de los 59 asientos reservados en la región en la Cámara de los Comunes, los independentistas escoceses del SNP han adquirido un protagonismo sin precedentes en la historia de Westminster. Convertidos en tercera fuerza política tienen legitimidad para exigir. Y el «premier» David Cameron, cuyo objetivo es mantener la unión del país, es más consciente que nunca que debe ahora escuchar sus demandas. El de ayer ya fue todo un gesto. En claro reconocimiento del mandato nacionalista obtenido en las urnas, el primer ministro británico viajó a Edimburgo para reunirse con Sturgeon y empezar a abordar el que, sin duda, será uno de los asuntos protagonistas en esta legislatura: la entrega de más autonomía a la región.
Tras el encuentro, de aproximadamente una hora, Cameron confirmó que las recomendaciones de la bautizada «Comisión Smith» estarán contenidas en los primeros proyectos de ley que serán presentados al Parlamento este mes. Se mostró también abierto a estudiar nuevas propuestas de Escocia, siempre que sean «sugerencias sensatas». Por su parte, la postura de la independentista estaba clara: «Quiero más, mucho más». El escenario es el siguiente: Tras el histórico referéndum de independencia del pasado mes de septiembre –donde el 55% del electorado votó a favor de la unión– los tres principales partidos de Westminster, junto con los verdes y los nacionalistas, formaron una comisión –con Lord Smith al frente– con el propósito de llevar a cabo una devolución de poderes. El pasado mes de noviembre, dicha comisión ya propuso que el Gobierno escocés debía controlar el impuesto sobre la renta, en lo que suponía la mayor transferencia de competencias en la historia del Reino Unido. La medida permitiría a Edimburgo gestionar directamente alrededor de 13.000 millones de libras. Algunos críticos lo calificaron ya entonces como una secesión «light».
Lord Smith también propuso dar competencias a la región para modificar la ley en materia electoral a fin de que los jóvenes de 16 y 17 años puedan votar –como ocurrió en el plebiscito–, hacerse cargo del impuesto aeroportuario y también de algunos subsidios estatales. Cameron deberá llevar a cabo ahora este delicado proceso. Sin embargo, Sturgeon considera que las propuestas son insuficientes, por lo que exige más, como el poder para fijar el salario mínimo o los impuestos corporativos y hacerse cargo del control de la Seguridad Social en Escocia. La región ya dispone de autonomía en áreas como la Educación, Sanidad, Agricultura y Justicia. Los protagonistas no quisieron esperar al lunes, cuando tendrá lugar la apertura oficial de la nueva legislatura en Westminster, y se dieron cita en Bute House, sede de la ministra principal escocesa.Tras el encuentro, Cameron señaló: «Me comprometí a que implementaría todo el informe de la Comisión Smith y eso es lo que haré».
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