Portugal

Cavaco, incapaz de implicar a los socialistas en un gobierno de unidad

La Razón
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Escepticismo. Ése es el sentimiento que domina Portugal un día después de que el presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, instara al Gobierno de centro derecha de Pedro Passos Coelho y a los socialistas a formar un gobierno de salvación nacional para evitar un segundo rescate financiero. Es decir, los partidos que en mayo de 2011 firmaron el memorándum de entendimiento con la troika a cambio de 78.000 millones de euros. Ayer, el presidente luso recibió por separado a los líderes políticos en el Palacio de Belem, pero, al cierre de esta edición, no se había llegado a un acuerdo.

Sólo los conservadores del Partido Socialdemócrata (PDS) y los democristianos del Centro Democrático y Social Partido Popular (CDS-PP), cuyo líder y ministro de Exteriores, Paulo Portas, abrió una crisis política el 2 de julio al anunciar que abandonaba el Gobierno por discrepancias con la política de austeridad, han saludado la propuesta de Cavaco.

El portavoz de los socialdemócratas, Luis Montenegro, aseguró que su grupo está dispuesto a «estudiar los términos y el contenido» de la petición del presidente para adoptar «las diligencias correspondientes y darles respuesta». Montenegro afirmó, asimismo, que en el seno de su partido se examinará esta propuesta con «espíritu de compromiso», sin avanzar más detalles. Desde el CDS-PP, el dirigente Nuno Magalhaes señaló que su partido tiene «toda la disponibilidad para oír al presidente» y «toda la capacidad para participar en ese esfuerzo de compromiso», y anunció una reunión de sus órganos directivos.

En cambio, los socialistas, que encabezan las encuestas, se han negado a entrar en el Gobierno e insisten en la convocatoria de elecciones ante el fracaso de la política económica. En el mismo sentido, se pronuncian el Partido Comunista y el Bloque de Izquierdas.

La incertidumbre política ha vuelto a poner al país vecino en el punto de mira de los mercados. La Bolsa de Lisboa, que cayó un 2%, fue ayer el único índice europeo en números rojos. El interés de los bonos a diez años subió del 6,74 al 6,89%, mientras que la prima de riesgo pasó de los 508 a los 526 puntos básicos. Un escenario que puede dejar en papel mojado los esfuerzos hechos por los portugueses.