Filipinas
Cerca de 100.000 filipinos viven en tiendas de campaña seis meses después del paso del tifón Yolanda
Filipinas se prepara ya para la nueva temporada de ciclones, a pesar de que gran parte de la sociedad todavía no se ha recuperado de los daños del tifón Yolanda, que arrasó el centro del país hace seis meses.
Filipinas se prepara ya para la nueva temporada de ciclones, a pesar de que gran parte de la sociedad todavía no se ha recuperado de los daños del tifón Yolanda, que arrasó el centro del país hace seis meses. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, más de dos millones de personas carecen del refugio adecuado o permanente y cerca de 100.000 personas siguen viviendo en tiendas de campaña y muchas de ellas ni siquiera han empezado a reconstruir sus hogares.
Tras el paso de 'Yolanda', alrededor de 6.000 personas perdieron la vida y más de 14 millones de filipinos se vieron afectados por los efectos del tifón, como la pérdida de sus hogares. 'Yolanda' destruyó unas 519.000 casas y dañó parcialmente 493.912, según el Consejo Nacional para la Reducción y Gestión de Desastres Naturales.
La reconstrucción se ha convertido en una prioridad. La mayoría de las casas construidas, el 55 por ciento, cuentan con cimientos y una estructura clara, que las convierte en edificios duraderos. También se están levantando hogares "temporales", el 40 por ciento, construidos con materiales aprovechados de los escombros y sin una base firme.
Sin embargo, no todos los filipinos han podido volver a construir su vivienda, ni siquiera empezar, por falta de recursos. El 54 por ciento de las personas que todavía viven en campos de refugiados necesitan más apoyo para levantar sus hogares. El director de la OCHA en Filipinas, David Carden, ha asegurado a IRIN, la agencia de noticias humanitarias de la ONU, que "la gran mayoría de los supervivientes ha empezado a reconstruir, pero necesitan ayuda adicional para completar la construcción". Carden también ha añadido que las agencias de ayuda están aportando herramientas y materiales, así como formación para saber actuar ante la próxima tormenta.
Estas estadísticas muestran que muchas personas siguen viviendo como refugiados. Hasta la fecha, las agencias de ayuda humanitaria han provisto más de 130.000 casas con materiales para tejados, incluido planchas de chapa onduladas, fijadores y herramientas, lo que permite a más de 80.000 casas para reconstruir o reparar. Sin embargo, las necesidades son enormes y más de 370.000 personas siguen necesitando ayuda.
La zona más afectada, Región VIII, en Bisayas Orientales, es la que necesita más asistencia. Según Xavier Genot, coordinador de las regiones, las principales preocupaciones de las familias son la comida y la vivienda. "Hay una amenazadora crisis a medio plazo, porque el nivel de fondos que tenemos no es suficiente para cubrir las necesidades de la gente", ha dicho Genot.
El 8 de mayo, las agencias humanitarias solo habían recibido el 40 por ciento de los 178 millones de dólares (128 millones de euros) requeridos.
No hay zonas construidas
Las labores de reconstrucción han planteado nuevos problemas, como dónde volver a construir y existe una propuesta para prohibir las edificaciones a menos de 40 metros del mar. "Las organizaciones humanitarias están trabajando con el gobierno para asegurar la claridad en los asuntos relacionados con la reconstrucción, como las políticas en las zonas sin vivienda en las orillas para reducir el riesgo en caso de otro tifón", dice Carden. "En casos en los que hace falta recolocación, es esencial que haya una comunicación efectiva con las comunidades afectadas. La gente necesita conocer las opciones apropiadas". Según Carden, la falta de legislación sobre este tema está complicando las labores.
Aunque las negociaciones con las autoridades locales han hecho posible proveer de ayuda humanitaria básica a aquellos que todavía viven en zonas sin construir, claramente siguen necesitados. Las estimaciones sugieren que más de 150.000 personas continúan viviendo en estas zonas, incluidas 28.445 familias en Bisayas Orientales(Región VIII)
Las organizaciones permanecen preocupadas por la naturaleza temporal de la asistencia en estas zonas y la preparación en el lugar hechas de cara a la siguiente estación de tifones.
"Me gustaría reconstruir, pero no puedo. Ni siquiera sé por dónde empezar", ha dicho Arlyn Redona, de 32 años, a las afueras de su tienda en una zona sin reconstruir cerca de Tacloban. Ella perdió a su madre, a sus tres hijos y a sus tres hermanos durante Yolanda. "Cuando llueva, habrá inundaciones", ha asegurado.
Arlyn Redona no es la única con está preocupación. "Millones de personas todavía viven con miedo a los impredecibles fenómenos atmosféricos", ha asegurado el responsable en Filipinas de la misión para la Organización Internacional de las Migraciones, Marco Boasso.
La población filipina, cercana a los 100 millones de habitantes, vive una media de 20 tifones al año entre junio y diciembre. Los meses de septiembre octubre y noviembre son en los que con más intensidad se producen. Según los expertos, estas tormentas cada vez son más difíciles de predecir.
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