Elecciones en Francia
Cerco a la financiación irregular de Le Pen
La Policía francesa detuvo ayer a la jefa de gabinete y al guardaespaldas de la líder del Frente Nacional, acusados de cobrar del Europarlamento gracias a una trama de contratos ficticios cuando en realidad trabajaban para el partido.
La Policía francesa detuvo ayer a la jefa de gabinete y al guardaespaldas de la líder del Frente Nacional, acusados de cobrar del Europarlamento gracias a una trama de contratos ficticios cuando en realidad trabajaban para el partido.
Las investigaciones que pesan sobre Marine Le Pen no hacen mella en el electorado de la líder del Frente Nacional (FN). Cuantos más frentes tiene abiertos la candidata de la extrema derecha a la presidencia de la República, más se afianza su presencia en la segunda vuelta de las presidenciales que parece, a día de hoy, ineluctable. Ayer, la Policía de la Oficina Anticorrupción detuvo a su guardaespaldas y a su jefa de gabinete para interrogarlos en el marco de una investigación abierta por sospechas de empleos ficticios en el Parlamento Europeo.
«Es una intriga política», denunció Le Pen, que se presentó como víctima en cuanto saltó la noticia. «Los franceses saben exactamente distinguir la diferencia entre las verdaderas y las falsas maniobras políticas», añadió. Con esta distinción hacía referencia al candidato de la derecha, François Fillon, que también es investigado por la Justicia por los empleos supuestamente ficticios de su esposa y dos de sus hijos en la Asamblea y en el Senado.
En el caso de Le Pen, el Parlamento Europeo le reclama 340.000 euros, porque considera que su guardaespaldas, Thierry Légier, y su jefa de gabinete, Catherine Griset, estuvieron recibiendo un sueldo como asistentes parlamentarios, el primero durante tres meses en 2011 y la segunda entre 2010 y 2016, cuando presuntamente realizaba otro tipo de trabajos. El martes, la Policía registró la sede del Frente Nacional en Nanterre (Hautes-de-Seine), y procedió a copiar los discos duros de los ordenadores de dos asistentes de Le Pen, entre ellos el de Griset. La sede ya había sido registrada hace un año en el marco de la investigación preliminar de la Fiscalía de París tras la denuncia de la Eurocámara y en diciembre la Fiscalía abrió una investigación judicial. Tras el interrogatorio, Griset fue imputada por supuesto encubrimiento de un delito de abuso de confianza, según «Le Monde». Légier quedó en libertad sin cargos.
La Oficina Antifraude de la Unión Europea (OLAF) tiene sospechas de que la líder del FN y sus colaboradores han participado en la creación de empleos ficticios. Como la eurodiputada se ha negado a devolver el dinero reclamado, el Parlamento Europeo ha decidido comenzar a retenerle el 50% de su salario, así como la totalidad de los pagos por gastos y la mitad de dietas diarias, lo que suma un total de más de 8.000 euros al mes.
Seis casos abiertos
Le Pen tiene también abiertos otros frentes. Los jueces investigan la financiación del FN y de sus campañas electorales para las presidenciales y legislativas de 2012 porque quieren determinar si los responsables de Jeanne, un micropartido creado por la candidata, y los de Riwal, la principal empresa prestadora de servicios para el Frente Nacional, pusieron en marcha un sistema fraudulento. Jeanne prestaba fondos a los candidatos a las elecciones en nombre del FN y le proporcionaba el material fabricado por Riwal para su campaña: panfletos, carteles y tarjetas. Los paquetes con el material fueron adquiridos por los 525 candidatos ulras tras el pago de 16.650 euros, dinero que conseguían con préstamos otorgados por Jeanne al 6,5% de interés. La Policía sospecha que este sistema habría permitido a la empresa prestataria inflar las facturas en perjuicio del Estado, pagador en última instancia de los gastos de campaña. A día de hoy han sido inculpadas siete personas físicas, entre ellas Wallerand de Saint-Just, tesorero del FN, y el partido, Jeanne y Riwal como instituciones.
También hay abierta una investigación parlamentaria en torno a la financiación del FN a través de préstamos rusos. Le Pen siempre ha argüido que ningún banco francés accede a hacerles préstamos. Por eso a finales de septiembre de 2014 recibieron un préstamo de nueve millones de euros del First Czech-Russian Bank, y la asociación de Jean-Marie Le Pen recibió otros dos millones de un banco chipriota alimentado con fondos rusos, una información revelada por «Mediapart». Este diario online confirmó gracias a la información obtenida por «hackers» rusos la relación entre la financiación rusa del FN y el apoyo que el partido prestaba a la política de Moscú en Ucrania, lo que hace sospechar una posible financiación del grupo por parte de un Estado extranjero, algo prohibido por la ley francesa. A pesar de todo, el último sondeo de «Paris-Match» indica que la candidatura de Le Pen obtiene un 26,5% de intención de voto, 7,5 puntos por delante del independiente Emmanuel Macron y François Fillon, que obtienen los dos un 19%.
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