Ataque contra «Charlie Hebdo»
«Charlie Hebdo», un semanario satírico entre la irreverencia y la libertad
El semanario satírico Charlie Hebdo, que hoy sufrió un ataque terrorista en el que han perdido la vida al menos 12 personas, había sido objeto en sus casi 22 años de vida de otras agresiones, como un incendio y ataques informáticos, por publicar caricaturas de Mahoma, cuya mera reproducción está prohibida por el Islam. La revista, con una línea osada e irreverente, fue creada en 1992 por el escritor y periodista Francois Cavanna, fallecido el 29 de enero de 2014 a los 90 años de edad, a quien sucedió su discípulo, el dibujante Charb, que continuó con la línea considerada blasfema por los musulmanes y libertaria por consejo editorial.
Entre las portadas que suscitaron la ira del islamismo radical figura una en la que aparece el profeta Mahoma en una silla de ruedas conducida por un rabino en la que dice: "No hay que mosquearse", mientras que en la parte superior de la viñeta se lee: "intocables".
Charlie Hebdo, que ha llegado a publicar caricaturas de Mahoma desnudo, había sufrido el ataque más grave hasta ahora a principios de noviembre de 2011 cuando su redacción fue incendiada por publicar una serie de caricaturas del profeta.
Cuando la revista regresó a los kioscos insistió en su línea satírica con una portada en la que un musulmán y el dibujante se fundían en un beso homosexual bajo el titular: "el amor es más fuerte que el odio".
Ya en el interior del periódico, cargado de críticas tanto al integrismo musulmán como cristiano, el director de la publicación, Charb, reivindicaba en el editorial el derecho de los dibujantes y periodistas de "Charlie Hebdo"a bromear sobre lo que les plazca.
El 3 de enero de 2013, la página web de la revista sufrió ataques por piratas informáticos, probablemente a causa de la publicación el día anterior de un suplemento especial con una biografía en cómic sobre Mahoma.
Además, el diario suscitó las iras de los islamistas por reproducir viñetas, originales del periódico danés "Jyllands-Posten"en septiembre de 2005, en las que el profeta vestía un turbante-bomba con la mecha encendida.
Cada publicación de estas caricaturas ha desatado un intenso debate en Francia sobre la libertad de prensa y el uso que de ella deben hacer los medios de comunicación, incluidas las publicaciones satíricas.
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