Brasil
Comienza el caso de corrupción contra el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva
Nadie es intocable en Brasil. El caso de corrupción contra el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva comenzó ayer en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, donde se concentran las investigaciones del caso Petrobras, y continuará mañana y el viernes.
Entre los testigos se encuentra el ex senador Delcidio Amaral; los ex directores de Petrobras Paulo Roberto Costa y Nestor Cerveró; el cambista Alberto Youssef, y el lobista Fernado Soares.
Las audiencias se enmarcan dentro del juicio abierto contra Lula para investigar la supuesta propiedad de un inmueble en localidad costera de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo. La Fiscalía sostiene que Lula y su esposa recibieron ilegalmente alrededor de 1,1 millones de dólares de la constructora OAS, ya condenada por los desvíos en la petrolera estatal, mediante la reforma y decoración de un apartamento triplex con vistas al mar.
Lula, de 71 años, ha reiterado que no es propietario del apartamento de tres planas en Guarujá e insiste en que nunca ha cometido una ilegalidad a lo largo de su vida. El ex jefe de Estado tiene varias causas abiertas en la Justicia brasileña por su presunta implicación en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal, por el que están siendo investigados medio centenar de políticos, ex directivos de la compañía y ejecutivos de las principales constructoras del país. Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, ha denunciado una "cacería judicial"en su contra, especialmente por parte del juez Moro, y llevó su caso ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que aceptó a trámite su denuncia.
La defensa del ex presidente denunció esta semana a la juez a cargo de la causa por "abuso de autoridad", un delito que contempla penas de entre diez días y seis meses de arresto, además de otras sanciones administrativas y civiles. Mientras Lula defiende a capa y espada su inocencia, la Fiscalía del estado de Paraná sostiene que el ex mandatario es el "comandante máximo"de la red de corrupción que durante una década operó en Petrobras. No obstante, al aceptar la denuncia de la Fiscalía contra Lula, el juez recalca que la decisión de enjuiciar al ex mandatario no supone un "dictamen conclusivo".
Marchas en las calles Mientras tanto, dos millares de personas marcharon hoy en Sao Paulo contra la corrupción y en defensa de la operación Lava Jato, que desde hace más de dos años investiga el desvío de dinero en la petrolera estatal Petrobras. Vestidos con camisetas verdes y amarillas y sujetando banderas de Brasil, unos 2.000 manifestantes se reunieron en la céntrica Avenida Paulista para expresar su hartazgo con los escándalos de corrupción que en los últimos años han salpicado a políticos de casi todos los partidos.
Los manifestantes elogiaron la figura del estricto juez Sergio Moro, quien conduce las investigaciones del caso Petrobras desde la ciudad de Curitiba, y despotricaron contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien mantiene varios frentes abiertos en la Justicia por supuesta corrupción. En Brasilia, la capital del país, medio centenar de personas protestó frente al Congreso de Diputados para exigir a los legisladores la aprobación de las 10 medidas contra la corrupción propuestas por el Ministerio Público Brasileño.
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