Reino Unido
Cadena perpetua para el asesino de la europeísta Cox
Thomas Mair, militante de extrema derecha, mató a la política en plena campaña del Brexit.
Thomas Mair, militante de extrema derecha, mató a la política en plena campaña del Brexit.
El militante de extrema derecha Thomas Mair, quien asesinó a la diputada laborista Jo Cox tras dispararle hasta en tres ocasiones en plena campaña del referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE, fue condenado ayer a cadena perpetua por el Tribunal Penal de Inglaterra y Gales, que en su sentencia calificó el «asesinato terrorista» de «brutal y despiadado».
Mair, de 53 años, acaparó los titulares a ambos lados del Atlántico cuando la semana previa a la histórica consulta del pasado 23 de junio acabó con la vida de la diputada durante un acto público en el que ésta pedía el voto por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Al grito de «Britain First» («Reino Unido, primero»), eslogan atribuido a los grupos de extrema derecha del país, Mair disparó tres veces con un rifle de caza y asestó 15 puñaladas a la diputada, de 41 años, madre de dos niños pequeños. Durante los siete días que duró el juicio, el acusado renunció a todo esfuerzo por defenderse. La Fiscalía, por su parte, señaló que el «crimen premeditado motivado por el odio» era un «acto de terrorismo diseñado para hacer avanzar su retorcida ideología».
El magistrado del tribunal penal de Old Bailey condenó a Mair a cumplir cadena perpetua por la «gravedad excepcional» del delito cometido. El jardinero, que negó los cargos imputados contra él, entre ellos el de asesinato, posesión de armas de fuego y daños físicos a un hombre de 78 años que trató de ayudar a la política, no presentó ningún alegato en su defensa y permaneció impasible mientras se leía el dictamen. En el momento de conocerse la sentencia se encontraban presentes en el tribunal el viudo de la parlamentaria, Brendan Cox; sus padres, Jean y Gordon Leadbeater, y su hermana, Kim. En declaraciones al tribunal, el marido de la política indicó que la familia no había acudido a la audiencia «para implorar un castigo» para el asesino. «No sentimos otra cosa más que lástima por él [en alusión a Mair], por el hecho de que su vida estuviera tan desprovista de amor y tan llena de odio, que su única manera de encontrar un significado fuera atacar a una mujer que representaba todo lo que este país tiene de bueno, con un acto de suprema cobardía», dijo el viudo. La muerte de la diputada fue «un acto político y un acto de terrorismo motivado por el odio», que ha derivado en un «derroche de amor», agregó Brendan Cox.
El asesino de su mujer mantenía vínculos con organizaciones de extrema derecha, sufría depresión y estaba medicado en el momento del ataque, según trascendió a los medios británicos al poco de producirse el crimen. El suceso tuvo lugar el 16 de junio en la localidad de Birstall, en el condado inglés de West Yorkshire, en el momento en que Cox ejercía su trabajo como parlamentaria y pedía el «no» al Brexit en su circunscripción. El asesinato conmocionó a la sociedad británica, en plena recta final de la campaña del referéndum europeo, y todos los partidos cancelaron sus actos de campaña en señal de duelo.
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