Política

Brexit

Corbyn frena la opción de otro referéndum

Los laboristas aparcan una segunda consulta sobre el Brexit y presentarán una propuesta para solicitar una prórroga del Artículo 50 si no hay un acuerdo ratificado por el Parlamento para el próximo 26 de febrero

Los partidarios de paralizar el Brexit siguen manifestándose todos los días ante el Parlamento británico / Efe
Los partidarios de paralizar el Brexit siguen manifestándose todos los días ante el Parlamento británico / Efelarazon

Los laboristas aparcan una segunda consulta sobre el Brexit y presentarán una propuesta para solicitar una prórroga del Artículo 50 si no hay un acuerdo ratificado por el Parlamento para el próximo 26 de febrero.

Las posibilidades de celebrar un segundo referéndum sobre el Brexit se desinflan. Los diputados partidarios de una nueva consulta renunciaron ayer a plantear una enmienda para forzar al Gobierno a volver a sacar las urnas, ante la falta de respaldo de la dirección de la oposición laborista.

Los laboristas Chuka Umunna y Luciana Berger, así como la conservadora Sarah Wollaston, entre otros, planeaban presentar una propuesta para el debate clave que tendrá lugar el próximo martes, cuando sus señorías votarán el Plan B de la «premier» Theresa May ante el divorcio. Lo cierto es que la líder tory no se ha movido de sus líneas rojas. Su estrategia sigue siendo la misma que planteaba el acuerdo de retirada cerrado con Bruselas, que los diputados rechazaron por una abrumadora mayoría la semana pasada.

May sufrió la peor derrota de la historia. Y con Westminster sumido en una crisis institucional sin precedentes, muchos parlamentarios, incluido Lord John Kerr –coautor del artículo 50–, recalcaron que la única salida era preguntar de nuevo al electorado.

Sin embargo, después de que el líder laborista, Jeremy Corbyn, haya descartado darles su apoyo de manera oficial, los diputados europeístas han desistido en su propósito. «En este momento no saldrían los números (en la Cámara de los Comunes)», declaró Wollaston, que pidió al líder de la oposición que «ofrezca su respaldo inequívoco a una votación popular».

La posición de Corbyn siempre ha sido bastante confusa. El veterano político prometió a sus bases que, si no conseguía forzar elecciones anticipadas, «todas la opciones estaban encima de la mesa», incluida la de un nuevo plebiscito. Sin embargo, después de que la semana pasada Theresa May lograra sobrevivir a la moción de confianza contra su Gobierno, el laborista no cumplió exactamente con su palabra.

Tiempo para volver atrás

En su lugar, la enmienda oficial que la dirección del Partido Laborista presentó el martes ante la votación clave de la próxima semana insta al Gobierno a garantizar suficiente tiempo para debatir y votar todas las opciones que impidan que el Reino Unido salga de la UE sin acuerdo, entre las que incluyen su propuesta de pacto, que contempla una unión aduanera con el bloque y vínculos más estrechos con el mercado único. Como segunda opción propone «legislar para convocar una consulta popular sobre un acuerdo o proposición apoyada por la mayoría de la Cámara de los Comunes».

Es cierto que era la primera vez que el liderazgo laborista ponía sobre la mesa la opción de un segundo plebiscito. Pero, aunque algunos interpretaron que Corbyn estaba cada vez más cerca de apoyar una nueva consulta, la redacción de la enmienda estaba perfectamente elegida para cumplir con la decisión que tomaron las bases en la última conferencia de otoño del Partido Laborista y, a su vez, no comprometerse explícitamente con un plebiscito. En la dirección del partido sigue existiendo mucha división respecto a esta cuestión.

Por su parte, la propuesta que sí cuenta con muchas posibilidades de salir adelante es la promovida por la diputada laborista Yvette Cooper, que está respaldada por los ex ministros tories Nick Boles –creador del modelo Noruega Plus– y Nicky Morgan. Los tres buscan debatir la extensión del artículo 50 si no hay acuerdo ratificado para el 26 de febrero.

En concreto, la laborista presentará una proposición de ley. Si es aceptaba el próximo 29 enero, su tramitación comenzará a partir del 5 de febrero y si la normativa se aprueba, ya no hay nada que el Gobierno pueda hacer: se tendrá que solicitar una ampliación de plazos ante la salida del bloque.

Según la prensa, Corbyn se ha reunido en secreto con Cooper a la que ha pedido cambiar la redacción para que la extensión sea hasta junio y no hasta diciembre, con el fin de conseguir más garantías de éxito de ser aprobada.

La propuesta tiene nerviosos a los «brexiteers». El líder de los tories euroescépticos, Jacob Rees-Mogg, ha llegado a pedir al Gobierno que solicite a la Reina la suspensión del Parlamento para frustrar los planes Cooper. Será el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, conocido como «Mr. Speaker», quien decida horas antes de la votación el próximo martes qué cláusulas de las 13 que se habían propuesto al cierre de esta edición serán sometidas a la consideración de los diputados.

Aunque sigue sin haber mayorías claras para sacar adelante algún plan, la mayoría de sus señorías sí están en contra de un Brexit sin acuerdo. En este sentido, un grupo de 19 miembros del Gabinete, incluidos cinco ministros, están manteniendo reuniones a espaldas de May para evitar el escenario de un divorcio caótico.