David Cameron
Corbyn lleva las dudas de la calle a la Camara de los Comunes en su estreno ante Cameron
Prometió introducir una “nueva forma de hacer política” y ayer cumplió su palabra con su puesta de largo en Westminster. El nuevo líder laborista, el radical Jeremy Corbyn, llevó hasta la Cámara de los Comunes las cuestiones remitidas por los ciudadanos –en vez de por sus propias filas- en su primera sesión semanal de preguntas al primer ministro.
Como cada miércoles, el premier es interpelado por la oposición. Pero en esta ocasión, la cámara estaba abarrotada para ver al activista en acción. “He participado en numerosos eventos por todo el país y he tenido conversaciones con muchas personas acerca de lo que piensan sobre este lugar, nuestro Parlamento, nuestra democracia y nuestra conducta aquí”, señaló. “Muchos me dijeron que era demasiado teatral, que el Parlamento había perdido el contacto con la gente y que querrían que hiciéramos las cosas de otra manera. Pero, sobre todo, que querrían que su voz se escuchara”, recalcó.
Marie, Stephen, Paul, Claire, Gail y Angela se convirtieron, por tanto, en los protagonistas. Fueron los ciudadanos anónimos elegidos entre los más de 40.000 que mandaron sus preocupaciones a Corbyn sobre la crisis de la vivienda en el Reino Unido, la atención del Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés), los impuestos y los recortes de prestaciones sociales.
El experimento del veterano diputado de 66 años estaba perfectamente calculado. Tras ser elegido el sábado pasado líder laborista por una abrumadora mayoría de los afiliados, tenía que demostrar a sus seguidores que su manera de hacer política tiene un “nuevo estilo”. Pero, al mismo tiempo, tenía que convencer a sus propias filas de que quiere llevar a cabo una transición sin espectáculos. La mayoría de los 232 diputados laboristas consideran que su visión radical de la izquierda puede convertir al partido en un movimiento protesta. Por lo que el político evitó una primera confrontación brusca con David Cameron y decidió guardar sobremanera las formas. Es más, acudió a Westminster con chaqueta y corbata, una imagen poco habitual en él.
Con todo, cada uno de sus movimientos se mira con lupa y ayer tuvo que salir al paso de las críticas tras guardar silencio mientras sonaba el himno nacional de Reino Unido durante una ceremonia celebrada el martes en recuerdo de una batalla de la Segunda Guerra Mundial.
Corbyn, antimonárquico confeso, no cantó el ‘God Save the Queen’ (Dios salve a la reina) durante el acto que conmemoraba el septuagésimo quinto aniversario de la Batalla de Inglaterra contra los nazis. Y el gesto derivó ayer en titulares de la prensa conservadora como el del The Daily Telegraph: “Corbyn desaira a la reina y al país”.
Su actitud también fue criticada por miembros de las Fuerzas Armadas e incluso por diputados de su propio partido evidenciando la división que suscita su elección. “Su silencio habrá ofendido y herido a gente”, declaró la parlamentaria Kate Green. Por su parte, su colega John Mann aseguró que estaba recibiendo cartas de simpatizantes del partido que muestran su malestar ante los primeros días de liderazgo.
Corbyn quiso esquivar la polémica en una breve entrevista con una periodista de Sky News que le preguntó: “Quiere ser primer ministro, representando al país en el exterior. ¿De verdad no va a cantar el himno nacional?”. Éste respondió que “fue una ceremonia respetuosa” y que “permaneció en pie como muestra de respeto”. “Estaré en muchos eventos, y tomaré parte plenamente en ellos. No veo un problema en eso. El asunto, claramente, es que celebramos un acto en memoria de la Batalla de Inglaterra, yo estuve allí, mostré respeto, y lo mostraré de la manera adecuada en eventos futuros”, dijo.
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