Cuba busca nuevos aliados ante la debacle de Venezuela

Sesenta años después, Raúl Castro volvió a pisar el país donde él, Fidel y Ernesto Guevara, el Che, planearon la Revolución cubana. Ahora lo hizo como presidente de Cuba en la que es su primera visita de Estado a México desde que relevó a su hermano en la presidencia en 2008. Ha sido una visita corta, de apenas un día, pero de gran interés para ambos países. Ahora que Estados Unidos ha reanudado las relaciones con la isla, México se ha apresurado a tender la mano a su vecino latinoamericano.

Barack Obama reabrió su Embajada en Cuba este julio después de haber erigido un bloqueo comercial y político desde 1959. En aquel momento el país azteca fue la única nación del continente que no rompió relaciones con Cuba y durante 40 años no se inmiscuyó en la política interna de la isla. Sin embargo, las relaciones se deterioraron muchísimo con el conservador Vicente Fox, quien se acercó a la derecha cubana de Miami y, cuando invitó a Fidel Castro a que asistiera a una conferencia de la ONU que se celebraba en México, le pidió que acortara su estancia en el país para que no incomodara al entonces presidente George W. Bush. Castro hizo pública la conversación telefónica en la que Fox le decía literalmente: «Comes y te vas». Desde entonces y durante los 12 años de gobiernos conservadores en el país azteca, la crisis diplomática entre Cuba y México se acentuó hasta que este último pidió al canciller cubano que abandonara el país y retiró a su representante en la isla hasta 2013.

En 2014, con la apertura económica y el regreso del PRI al poder, se reanudó la diplomacia. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, viajó a la isla en enero de 2014 a propósito de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y se reunió con los hermanos Castro. Ahora recibió a su homólogo cubano, quien acudió en busca de nuevos socios estratégicos ante la crisis económica y política de Venezuela, que podría cambiar de color político el próximo diciembre.

«Cuba está buscando socios en serio», dijo el ex embajador de México en Cuba Ricardo Pascoe a CNN México. Los mexicanos, por su parte, quieren explotar comercialmente su cercanía con la isla, a menos de 200 kilómetros de sus costas. «Se trata de que inversionistas de nuestro país puedan ver en esta actualización del modelo económico cubano la oportunidad de contribuir al fortalecimiento de la relación económica invirtiendo en Cuba y generando empleo en ambas naciones. Valoramos las nuevas oportunidades que están surgiendo en Cuba y queremos ser un aliado en este proceso de cambio y apertura», declaró el presidente Peña Nieto al terminar la reunión. Su homólogo cubano agradeció la buena voluntad de éste y recalcó la «hermandad histórica» entre ambos países.

El presidente de la constructora mexicana Tradeco, Federico Martínez, declaró a Reuters que «Cuba necesita mucha infraestructura, de vías terrestres, de comunicaciones, en términos hidráulicos..., y va a haber muchas oportunidades para empresas». A cambio, el Gobierno mexicano se comprometió a facilitar la migración de cubanos, que en los últimos años han engrosado las filas de migrantes ilegales que cruzan el país rumbo a Estados Unidos. Castro, que estaba de muy buen humor y contando anécdotas de su paso por México en la juventud, volvió a expresar su deseo de abandonar el poder el 24 de febrero de 2018.