Política

Terrorismo yihadista

Daesh, en su afán de contentar a Bagdhadi, informa de atentados “contra espías” que no ha cometido

En el ultimo número de la revista “Al Naba” se apunta la aniquilación, en la población nigerina de Diffa, de “diez espías

Último número de la revista “Al Naba”
Último número de la revista “Al Naba”larazon

En el ultimo número de la revista “Al Naba” se apunta la aniquilación, en la población nigerina de Diffa, de “diez espías

Los comentarios del “califa” Bagdhadi son órdenes y las franquicias que operan en el Sahel, una de las cuales, el Estado Islámico del Gran Sáhara, fue citada expresamente en el vídeo grabado por el cabecilla yihadista, se han puesto “manos a la obra”, hasta el punto de atribuirse atentados de los que nadie tiene conocimiento. Ya se sabe, con tal de tener contento al jefe, lo que haga falta.

En concreto, en el último número de la revista “Al Naba”, el 180, se apuntan la aniquilación, en la población nigerina de Diffa, de “diez espías que trabajaban bajo la cobertura” de una asociación médica humanitaria.

Fuentes antiterroristas que operan en la zona, consultadas por LA RAZÓN, admiten que hubo un atentado doble en esa localidad, ejecutado por dos mujeres suicidas, pero niegan que las posibles víctimas tuvieran que ver con cooperantes sino que pertenecían a las fuerzas armadas.

El único incidente de una de esta asociaciones se registró hace unos días, cuando individuos desconocidos robaron dos vehículos pertenecientes a Médicos Sin Fronteras.

Tras relatar en “Al Naba” los ataques que han perpetrado en la zona, aseguran que “el Califato sigue los designios de Dios” y que, por ello, mató a “10 espías africanos a los que se les había comprado con camellos”.

“Los moujaidin -continúa- detectaron al grupo de espías que trabajaban” bajo la cobertura” de una asociación humanitaria. Ofrecían, según los terroristas, informes al “apóstata ejército sobre cualquier movimiento nuestro”. Al final, Daesh advertía a “a la gente y a los trabajadores que renuncien a la cooperación con los vecinos de la región y sus agencias de inteligencia. Y no les ofrezcan ayuda en la guerra contra nuestros militantes”.

Lo narrado parece un ejercicio de complacencia al “califa” y, de paso, un mensaje para amenazar a los habitantes de las zonas de NIgeria y Níger en las que cometen atentados.