Destituidos dos altos cargos brasileños en otro supuesto caso de corrupción

El Ministerio de Trabajo de Brasil destituyó hoy a dos altos cargos vinculados a una supuesta red de corrupción que habría desviado unos 400 millones de reales (unos 174 millones de dólares) de dinero público, según la policía.

Los destituidos son el hasta hoy coordinador de contratos de ese ministerio, Geraldo Riesenbeck, y el asesor Anderson Brito Pereira, quien trabajaba en el gabinete del ministro de Trabajo, Manoel Dias, confirmó ese despacho.

Por el caso han sido detenidas 22 personas y este lunes fue citado a declarar ante la policía el viceministro de Trabajo, Paulo Roberto Pinto, quien negó toda responsabilidad pero permanece entre las personas investigadas.

Así como informó sobre la destitución de esos dos funcionarios, el Ministerio de Trabajo también ratificó en su cargo a Pinto, pese a las sospechas de la policía de que podía estar implicado en el desvío de dinero.

De acuerdo a la Policía Federal, la red operaba mediante fraudes en licitaciones que eran adjudicadas en forma irregular a empresas que nunca prestaban los servicios contratados, o los cumplían pero con precios muchos más elevados de los acordados.

Según la investigación policial, los fraudes ocurrieron en los estados de Espíritu Santo, Minas Gerais, Mato Grosso, Río de Janeiro, Pernambuco, Sao Paulo, Ceará, Amapá, Paraná, Roraima, Pernambuco y en el Distrito Federal de Brasilia.

En diciembre de 2011, un escándalo de fraudes en licitaciones similar al denunciado ahora le costó el cargo al entonces ministro de Trabajo Carlos Lupi, quien se vio obligado a dimitir.