Diplomacia

Diálogo "constructivo"para rebajar la tensión con Irán

Teherán constata avances pero mantiene la amenaza a Occidente y anuncia la reactivación de la central de agua pesada de Arak.

Netanyahu junto al embajador de EE UU en Israel, David Friedman, observan la prueba de un nuevo escudo antimisiles israelí
Netanyahu junto al embajador de EE UU en Israel, David Friedman, observan la prueba de un nuevo escudo antimisiles israelílarazon

Teherán constata avances pero mantiene la amenaza a Occidente y anuncia la reactivación de la central de agua pesada de Arak.

Tras la salida de Estados Unidos y en medio de las crecientes tensiones entre Occidente y Teherán, Irán y las cinco potenciales mundiales que permanecen en el acuerdo nuclear de julio de 2015 reafirmaron ayer en Viena su compromiso con este tratado. El viceministro de exteriores iraní, Seyed Abas Arqchi, aseguró incluso que el «ambiente fue constructivo» y que «las discusiones fueron buenas» aunque insistió que Teherán continuará reduciendo su compromiso con el pacto si los europeos no logran salvarlo. «No puedo decir que resolvimos todo», pero todas las partes están «decididas a salvar este acuerdo», dijo Arqchi, quien también reconoció que ambas partes presentaron «quejas mutuas» sobre el cumplimiento del acuerdo. Asimismo, el jefe de la delegación china, Fu Cong, dijo que aunque hubo «algunos momentos de tensión» durante la reunión, «en general el ambiente fue muy bueno y muy profesional». Ambos diplomáticos aseguraron que, aunque todavía no se había fijado una fecha, hubo un acuerdo general para organizar lo antes posible una reunión de alto nivel de ministros de Relaciones Exteriores, pero añadieron que los preparativos para tal cumbre deberían hacerse bien.

Desde que Estados Unidos decidiera abandonar el acuerdo en mayo del año pasado, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China e Irán trabajan por rescatar a un maltrecho pacto que restringe el programa nuclear iraní y, en el caso de ayer, a través de una conversación de emergencia como respuesta a un aumento de la tensión entre Irán y países occidentales, en las que ha habido confiscaciones de naves y violaciones del acuerdo de Teherán. Los europeos temen que el incumplimiento del acuerdo por parte de Irán intensifique la confrontación en un momento en que Teherán y Washington corren el riesgo de un error de cálculo que pueda llevar a la guerra abierta.

Irán está presionando a las partes restantes del acuerdo para compensar las sanciones que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restableció después de retirarse. Desde hace varias semanas, el país superó las reservas de uranio y la pureza del uranio enriquecido establecidos en el acuerdo, aunque la delegación iraní aseguró que la acción podría revertirse si las otras partes propusieran incentivos económicos. Ayer, además, el jefe iraní de la agencia nuclear anunció que el país va a reanudar las actividades del reactor de agua de Arak, en lo que se trataría de una nueva violación del acuerdo.

Expertos advierten que un mayor nivel de enriquecimiento y una creciente reserva de uranio reducen la ventana de un año que Irán necesitaría para fabricar una bomba atómica, algo que Teherán niega buscar. Por el momento, ni los anuncios recientes de Irán de que había excedido la cantidad de uranio poco enriquecido previsto en el acuerdo o su revelación de que había comenzado a enriquecer el uranio más allá del 3,67% de pureza se consideran violaciones tan graves y probablemente incitará a Europa a invocar el mecanismo de resolución de disputas del acuerdo.

En la reunión, según la delegación china, los europeos instaron a Irán a volver a un cumplimiento total e Irán instó a la Unión Europea, Francia, Reino Unido y Alemania a implementar su parte del acuerdo. Además del comercio con China, Irán está especialmente interesado en la activación de un sistema de tipo trueque establecido por los europeos que permita a las empresas del continente comerciar con Teherán sin violar las sanciones.

Mientras tanto, Irán ha tomado acciones cada vez más provocativas contra los barcos en el Golfo, incluido el secuestro de un petrolero británico y el derribo de un avión no tripulado estadounidense que ha llevado a la administración de Trump a ampliar su presencia militar en la región. Además, un barco de guerra de la Royal Navy llegó ayer al Golfo para acompañar a los barcos de bandera británica que cruzan el Estrecho de Ormuz.