Alemania
La dimisión de Seehofer deja en la cuerda floja a Merkel
El ministro del Interior alemán presenta su renuncia por sus discrepancias sobre inmigración con la canciller. El líder bávaro considera insuficiente el acuerdo alcanzado por la UE en la Cumbre de Bruselas
El ministro del Interior alemán presenta su renuncia por sus discrepancias sobre inmigración con la canciller. El líder bávaro considera insuficiente el acuerdo alcanzado por la UE en la Cumbre de Bruselas.
Ni en los momentos más peliagudos de las complejas conversaciones de coalición, que se prolongaron durante seis meses, la política alemana vivió una situación tan angustiosa como la que tuvo ayer. En el centro de la diana, Angela Merkel y su política migratoria. Acostumbrada a lidiar y salir victoriosa de todo tipo de bretes, la canciller, sin embargo, se vio ayer contra las cuerdas forzada por su propio socio, el social cristiano bávaro Horst Seehofer, que a última hora de ayer anunció su intención de dimitir como ministro alemán de Interior y como presidente de la formación conservadora por sus diferencias con la canciller a cuenta de la cuestión migratoria.
La renuncia de Seehofer –que se produjo tras un encuentro de más de siete horas de los conservadores bávaros y que mantuvo en vilo a Alemania–pone en peligro la continuidad de la coalición de Gobierno de Merkel con la CSU y los socialdemócratas del SPD a poco más de cien días de su llegada al poder. De poco sirvieron que algunos miembros de su partido, como el jefe del grupo parlamentario de la CSU, Alexander Dobrindt, tomaron la palabra para disuadirle.
Seehofer lanzó su afirmación en una reunión en Múnich con la cúpula de su formación para decidir si el acuerdo sobre inmigración alcanzado por Merkel en la cumbre europea del pasado jueves y viernes en Bruselas satisfacía sus exigencias o si cumplía su amenaza de cerrar unilateralmente las fronteras a los inmigrantes registrados ya en otros países europeos.
Según informan los medios alemanes, Seehofer aseguró que los acuerdos alcanzados en Bruselas eran insuficientes, que podrían incluso favorecer un incremento en las llegadas y que sus efectos no serían comparables con lo que se conseguiría cerrando la frontera alemana a los inmigrantes registrados ya en otro país europeo; lo que era su propuesta. Sin embargo, y a la contra, Merkel consideró poco antes en una entrevista concedida a la televisión pública ZDF que lo obtenido en la cumbre el viernes tenía «efectos equivalentes» a la medida unilateral que proponía la CSU, lo que agudizó aún más la pugna que mantenían ambos líderes y sus partidos.
No obstante, todavía está pendiente de conocerse la postura definitiva que va a adoptar la derecha bávara en este asunto: si se alineará con el partido de Merkel o si cumplirá su amenaza de cerrar las fronteras. De decantarse por la confrontación directa con la canciller, la coalición de Gobierno podría romperse y Merkel quedaría en minoría, lo que hundiría al país en una gran crisis política a menos de un años de celebrarse las últimas eleccione federales.
Anteriormente, Seehofer había dado un ultimátum de dos semanas a la líder de la CDU para endurecer su política migratoria, un objetivo que parecía logrado tras la última cumbre europea, en la que Merkel logró cerrar varios acuerdos bilaterales que desplazaban la presión migratoria hacia otros países, entre ellos España. Sin embargo, parece que la medida no fue lo suficientemente contundente para convencer a los socios de la canciller, que con esta dimisión ponen en peligro la coalición que sustenta el Gobierno en Alemania.
En los medios alemanes se especula incluso con que la canciller convoque una moción de confianza en el Parlamento federal (Bundestag), lo que pondría a la CSU entre la espada y la pared. El destino político de Merkel y por ende, la deriva de la locomotora europea pende ahora de un hilo. Si la CSU decide abandonar la coalición, Merkel todavía podría formar un nuevo Gobierno, quizás con Los Verdes, que ya han mostrado su diposición.
Aparte del partido populista Alternativa para Alemania (AfD), los Verdes son considerados como los ganadores de las encuestas de los últimos meses y como beneficiarios de la crisis. Se han posicionado como opositores al nacionalismo y apoyan la política de refugiados de la canciller. No obstante, todo está en el aire, ya que aunque ecopacifistas rellenarían fácilmente el hueco, no tienen todas a su favor. En una entrevista en la televisión alemana, la líder del grupo parlamentario, Katrin Göring-Eckhardt, habló de una falta de confianza en la política actual de Merkel, que supuestamente se está volviendo hacia la derecha.
Por su parte, los socialdemócratas (SPD), que actualmente forman parte de la coalición, trataron de no involucrarse en la pelea de los dos partidos conservadores ya que se encuentran bajo presión debido a los malos resultados en las encuestas. Mientras espera a ver qué pasa, la líder del SPD, Andrea Nahles, aseguró hace unos días: «No puedo resolver los conflictos entre la CDU y la CSU».
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