Diplomacia ciudadana con acento español

El día 18 de diciembre y como última reunión de trabajo del año 2014, el Patronato de la Fundación de Paz y Cooperación, reunió a sus colaboradores para nombrar Miembro de Mérito de dicho Patronato a doña Pilar Barroso, directora del Colegio Caude de Majadahonda de Madrid, como reconocimiento a sus méritos profesionales y como segundo punto estudiar en profundidad su ambiciosa campaña de Paz y Cooperación sobre el capítulo de la «diplomacia ciudadana con acento español».

Dichos miembros con su Presidente Joaquín Antuña opinaron que: «Después de la Segunda Guerra Mundial, ha surgido un vigoroso movimiento de la sociedad civil con una plétora de organizaciones en todo el mundo que complementan la acción internacional de los Estados».

En tal sentido, gracias a las excelentes relaciones institucionales que mantiene Paz y Cooperación, con casi todos los países del planeta ha actuado y está actuando directamente con los gobiernos de Argelia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Irán, México y Serbia entre otros, para llevar a cabo campañas de educación en sus países con el apoyo de sus representaciones diplomáticas acreditadas en España.

Como ejemplo tenemos que este año los dos países de referencia son Argelia y Hong Kong, China. En el primer caso, con el Ministerio de Solidaridad Nacional, Familia y la Condición de la Mujer y en el segundo, con la School of Creativity, que es una importante escuela de Bellas Artes de la rutilante Hong Kong.

Este innovador enfoque institucional es el mismo que realizan las grandes multinacionales, pero en nuestro caso de Paz y Cooperación lo hacemos en el terreno estrictamente cultural. Así de esta manera, se trata de dar un giro copernicano que pone patas arriba las relaciones internacionales. No solo los grandes mandarines políticos tienen la palabra, también Amnesty, Greenpeace. Coca Cola, Ferrovial y multitud de grupos de presión adquieren su patente de corso para surcar cual piratas modernos en los siete mares.

Paz y Cooperación con este entusiasta y vigoroso grupo de rompe barreras y de abatimiento de muros se ha embarcado en la ambiciosa tarea de contribuir a impulsar el derecho a la educación universal mediante campañas de grandes temas internacionales bajo el paraguas de Naciones Unidas y reconfortados por el Premio Nobel de la Paz concedido a la singular heroína pakistaní Malala, que interrumpió su viaje al otro mundo para resurgir con fuerza cual Ave Fénix para convertirse en una adalid de las juventudes mundiales más desfavorecidas que desean ocupar su puesto como ciudadanos conscientes en este bello y atribulado planeta azul.

En 2015 ésta aspiración mundialista de audaz diplomacia ciudadana se traduce en actos, exposiciones, conferencias de prensa y manifestaciones de diverso tipo en Alicante, Nueva York, Madrid, Argel, Alcalá de Henares y Roma.

El leitmotiv de este año es la campaña «Tecnología para la paz: el gran reto» que se traslada al mundo escolar para su debate que se espera sea muy encendido. Está en curso una nueva revolución digital que está transformando las relaciones laborales y personales y la estructura de un mundo globalizado con todo su entresijo de tecnologías de punta con sus lados oscuros del espionaje industrial, militar y político que podrían llevar a una verdadera hecatombe pero con sus perfiles luminosos de acercar a las personas, a las familias, a las comunidades y a los pueblos acelerando el conocimiento e impulsando un fragor artístico y en definitiva un nuevo modo de ver y vivir el mundo.

Las relaciones internacionales al estilo del Congreso de Viena han fenecido y se ha abierto un nuevo y apasionante capitulo que está todavía a medio escribir y cuyas próximas paginas prometen ser muy excitantes. La diplomacia del abuelo ha muerto y ha nacido la diplomacia ciudadana.