Relaciones internacionales
EE UU ratifica a Europa como su gran socio en el mundo
El vicepresidente estadounidense, Michael Pence, garantiza ante la canciller, Angela Merkel, en Múnich el compromiso de su país con la OTAN y trata de disipar los temores de los europeos sobre un acercamiento de Washington a Moscú.
El vicepresidente estadounidense, Michael Pence, garantiza ante la canciller, Angela Merkel, en Múnich el compromiso de su país con la OTAN y trata de disipar los temores de los europeos sobre un acercamiento de Washington a Moscú.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, subió ayer al estrado de la Conferencia de Seguridad que se celebra hasta hoy en Múnich y dijo a los europeos justo lo que éstos querían escuchar: «En nombre del presidente Trump les traigo esta garantía. EE UU respalda firmemente a la OTAN y cumplirá de forma inquebrantable sus compromisos hacia la alianza transatlántica». Un inaudible suspiro recorrió entonces la inmensa sala. Incluso la canciller Angela Merkel, dotada para prescindir del mínimo gesto incluso en las situaciones más adversas, dejó escapar un guiño de alivio que vino a mitigar el momento más complicado que atraviesan las relaciones transatlánticas en los últimos 70 años.
En la que fuera su primera intervención en el escenario internacional, Pence incluso fue más allá y en un intento de tocar la fibra sensible de los asistentes recordó cuando siendo joven recorrió el Berlín dividido o lo que sintió cuando vio por primera vez el paso fronterizo de Checkpoint Charlie. Muchos de los allí reunidos olvidaron entonces los tuits imposibles de Trump, sus imprevisibles conferencias de prensa y concluyeron cómo desde otra capacidad dialéctica, la formulada por el número dos de Trump, es posible un nuevo entendimiento sin perder la misma hoja de ruta.
En ese aspecto, aunque ya de menor gusto para los asistentes, Pence lanzó otro mensaje: espera que los aliados cumplan con sus compromisos y aumenten sus inversiones en defensa hasta llegar al 2% de su PIB. Un antiguo pacto, que data de 2014, cuando los miembros de la OTAN se comprometieron a gastar por lo menos esa cantidad hasta 2014. EE UU destina un 3,6% de su PIB, pero las cifras en Europa están muy por debajo del objetivo, con excepción de cuatro países: Reino Unido, Grecia, Estonia y Polonia. Pence destacó que su país va a aumentar «de forma significativa» su gasto militar, pero insistió en que la defensa colectiva exige también que los europeos respeten sus compromisos, «incumplidos por demasiados y por demasiado tiempo». Está claro que ese entendimiento tendrá un precio y en ese contexto el vicepresidente estadounidense citó de nuevo a Trump para asegurar que la paz no puede darse por hecha y sólo se garantiza con la fuerza. Un tema o condición, como se ve ya desde Alemania, que sigue rodeado de incertidumbre desde la cancillería.
Ya el viernes y a instancias del secretario de Defensa de EE UU, James Mattis, la ministra germana de defensa, Von der Leyen garantizó que Alemania acelerará el incremento de su presupuesto de defensa, pero también advirtió de que el Artículo 5 de la OTAN es «impagable» y exige apoyar a los aliados con problemas. Algo que ayer reiteró la canciller. «Haremos todo lo que podamos para cumplir este compromiso», indicó Merkel. «Creo que si bien la OTAN va mucho en interés de Europa, va también en interés de EE UU; es una alianza muy fuerte y estamos unidos juntos». Además, y ante los representantes gubernamentales de los 125 países reunidos ayer la canciller lanzó una pregunta: «¿Podremos continuar trabajando bien juntos, o nos retiraremos todos a nuestros papeles individuales? Espero que encontremos una posición común en esto, hagamos el mundo mejor juntos y así las cosas mejorarán para cada uno de nosotros». Minutos después, Pence respondió «caminaremos juntos hacia el futuro». Por su parte, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, sostuvo que el aumento en los gastos de defensa no es la única manera que un país tiene de mejorar la seguridad, sino que también es necesaria la ayuda al desarrollo. Una línea en la que se pronunció el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, también presente en la conferencia. «Hay diversas maneras de contribuir a la defensa transatlántica y a la defensa europea», opinó Dastis. Por otro lado, y frente a la cruzada migratoria que quiere imponer Trump a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, Merkel señaló que los europeos no pueden combatir solos el extremismo islámico y «necesitamos la potencia militar de EE UU». La canciller reiteró su petición de que las autoridades religiosas musulmanas ofrezcan «palabras claras sobre los límites entre el islam pacífico y el terrorismo en nombre del islam».
Merkel también prometió seguir trabajando para mejorar las relaciones con Rusia, pero hizo hincapié en la importancia de atenerse al acuerdo de 2015 para poner fin a los combates en el este de Ucrania entre fuerzas del Gobierno y separatistas con apoyo ruso. «El acuerdo de Minsk es lo único que tenemos en este momento para avanzar hacia negociaciones y la posibilidad de resolver los problemas», aseveró. Por su parte, Pence y frente al presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, aseguró que se exigirán responsabilidades a Moscú y el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, comenzando por el fin de la violencia en el este del país. «EE UU continuará pidiendo responsabilidades a Rusia, aunque Trump, como saben, cree que se pueden encontrar nuevas bases» para una relación, manifestó. Para el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, su país «no busca conflicto» pero defenderá sus intereses, al acusar a los europeos de haber «sacrificado el sentido común en favor de una minoría rusófoba» y a la OTAN de seguir como «una institución de la guerra fría».
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