Guerra en Siria
EE UU y Francia libran la batalla de la opinión pública
Estados Unidos y Francia, las dos únicas potencias occidentales que hasta ahora han mostrado su intención de castigar militarmente al régimen de Bachar al Asad, iniciaron ayer su particular batalla contra la opinión pública. Desde Washington, la Administración Obama se lanzó a la conquista de los legisladores para convencerlos de que su plan de ataque a Damasco está más que justificado. Un día después de que Obama anunciara que someterá al voto del Congreso su decisión de intervenir en Siria, pese a que legalmente no lo necesita, el jefe de la diplomacia norteamericana, John Kerry, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a esta nueva estrategia. Y lo hizo durante un periplo que le llevó a las principales tertulias políticas dominicales para hacer llegar su mensaje, tanto a los diputados como a los ciudadanos, que siguen mostrándose reacios a participar en el conflicto sirio. A pesar de que el presidente ya confirmó que el régimen de Asad había empleado armas químicas contra los rebeldes, ayer Kerry dio un paso más y confirmó que los ataques se produjeron con gas sarín. Así lo explicó en el programa de la cadena CBS «Face the Nation», donde también indicó que «cada día que pasa, este caso es más sólido. Quiero decir que cuento con total libertad para reconocer que tenemos muestras de pelo y sangre de las primeras personas que acudieron a ayudar a los afectados tras el ataque han dado positivo de sarín». «La credibilidad de Estados Unidos está en juego y creo que el Congreso hará lo correcto», añadió Kerry.
Por su parte, Francia también ha comenzado su particular operación de seducción para acreditar el peligro que supone dejar el uso de arma químicas sin respuesta. En este contexto, el diario «Le Journal du dimanche» publicó ayer un documento desclasificado del Gobierno galo que muestra el mayor arsenal de armas químicas de mundo ubicado en Siria. A través de un informe de cuatro páginas se desgrana toda la artillería que almacena el régimen de Asad. Entre los materiales más abundantes están el gas sarín y el mortal VX.
En el terreno político, el presidente François Hollande también se ve presionado para someter a votación la participación de Francia en la crisis siria. El principal partido de la oposición, la UMP, insistió en los riesgos de la operación militar y la necesidad de contar con el respaldo del Parlamento, ya que los franceses son muy hostiles a involucrarse en una guerra. Está previsto que el miércoles el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, informe a la Asamblea Nacional sobre los planes del Gobierno.
Una situación similar se vive en EE UU, donde muchos ciudadanos se preguntan por qué Washington tiene que defender a la población siria de su presidente. Kerry volvió a repetir lo que ya ha dejado claro en diferentes ocasiones Obama. «Ha dibujado una línea clara. No va a enviar soldados para ataques terrestres. No va a llevar a EE UU al epicentro de la lucha de su guerra civil. Pero sí que se ha comprometido a ayudar a la oposición. Ha declarado de forma inequívoca que Asad ha perdido toda legitimidad y no puede continuar gobernando», subrayó Kerry, consciente de que los estadounidenses no desean poner en riesgo las vidas de más soldados tras las guerras de Irak y Afganistán. De hecho, más del 60% de los estadounidenses no apoya el plan de Obama y así lo han demostrado estos días con manifestaciones espontáneas en Washington. Ayer, decenas de personas se dieron cita en la Casa Blanca durante la intervención de Obama para protestar. Incluso hay quien sospechó que la demora en su encuentro con los medios de comunicación podría haberse debido a este motivo. Sin embargo, sus asesores se encargaron de filtrar a la Prensa que la media hora de tardanza se debió a que el presidente se encontraba hablando con su homólogo francés para comunicarle su nueva decisión. A pesar de que Obama había insistido en que el uso de armas químicas suponía traspasar una línea roja intolerable que implicaría una respuesta inmediata, Kerry matizó que lo de Siria «no es una emergencia como la de Libia, donde la gente iba a ser masacrada. Tenemos derecho a atacar en cualquier momento si Asad es tan inconsciente como para ejecutar otro ataque». «No contemplamos que el Congreso vote en contra de la intervención. De todas formas, el presidente tiene el derecho de actuar sin el voto a favor del Parlamento», aseguró Kerry a la cadena CNN.
Mientras, el primer ministro de Jordania, Abdala Ensur, afirmó ayer que su país no servirá de plataforma para lanzar ataques contra Siria».
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