El 11-S, en el origen

¿Cómo se ha llegado hasta aquí? El general Alexander, director de la NSA, lo explicó muy bien en el Senado: «Todo comenzó con los ataques del 11-S». A partir de entonces EE UU redobló sus esfuerzos para recolectar y analizar información para prevenir las amenazas de fuera. Se sumó la necesidad de adaptarse a los rápidos cambios en las TIC, y la necesidad de barrer todo el reguero de datos que dejaban tras de sí. Todas esas intercepciones no eran más que «metadatos», información sobre quién, cuándo, cómo y dónde, dejando de lado el qué. No sólo las opciones para comunicarse se han multiplicado –y por tanto, también para los terroristas–, sino que hoy un email de San Diego a Washington puede recorrer la mitad del planeta pasando por España, dejando un papel irrelevante a la rígida distinción entre las comunicaciones domésticas e internacionales. Y ése es el principal obstáculo para las agencias de inteligencia –todas las naciones tienen programas de vigilancia telefónica y de internet que desarrollan en función de sus recursos–, que, a pesar de su resistencia a compartir información, a veces se ven en la obligación de cooperar. España se ha visto en el mismo saco de espionaje que Reino Unido, Francia y Alemania, y nadie duda de su protagonismo en relación al terrorismo. Pero las últimas filtraciones coincidieron con la última cumbre de la UE, lo que ayudó a alimentar la indignación colectiva de los líderes europeos y las dudas sobre la utilización de los datos. Todos han pedido explicaciones, y el nuestro no podía ser menos. La historia ya se repitió en junio y las relaciones no se vieron dañadas. Porque los gobiernos de ambos lados estaban centrados en sus cuestiones domésticas y en sacar adelante el TTIP. Esta vez, ha vuelto a ser una reacción más pública que privada. Pero hay una falta de transparencia en estos programas que demanda claridad. La NSA ha empezado a dar explicaciones, las justas y a los suyos. Aquí, deberíamos empezar a hacer lo mismo.

*Investigadora del Real Instituto Elcano, especialista en Política Exterior y Defensa de Estados Unidos