Alemania
El asesinato de una joven agria el debate migratorio
Detenido un refugiado afgano por el crimen y un iraquí por violación
El ingreso ayer en prisión de un refugiado iraquí acusado de dos violaciones agranda más si cabe la ola de indignación que recorre toda Alemania, que sigue consternada días después del arresto de otro peticionario de asilo al que se acusa de violar y matar a una estudiante de 19 años. En el punto de mira, la política de puertas abiertas de la canciller germana, Angela Merkel, hacia la que estalla la ira de una sociedad que ha reabierto el debate sobre la acogida de refugiados en un país que ha recibido a cerca de 1,3 millones de solicitantes de asilo desde principios de 2015. La situación es tal que incluso el Gobierno alemán y el grueso de la clase política germana han hecho un llamamiento en los últimos días a la calma.
El caso que sigue consternando más a la sociedad alemana es el del afgano de 17 años que el sábado fue arrestado en Friburgo acusado de violar y matar a una estudiante de 19 años a mediados de octubre, cuando regresaba a casa tras una fiesta. Maria Ladenburger se despidió de sus amigos y montó en su bicicleta. Después, su cadáver fue hallado en el río Dreisam, donde murió ahogada, según la Policía local. Da la casualidad de que la víctima era hija de un alto cargo de la Comisión Europea y en su tiempo libre trabajaba como voluntaria ayudando a los refugiados. Clave en su arresto fue el hallazgo en el lugar del crimen de un pelo de 18,5 centímetros, moreno pero teñido rubio y de hombre, según la prueba de ADN, que coincide con el característico peinado del sospechoso. El caso ha reabierto el debate sobre la política migratoria en el país, azuzado por las críticas del partido Alternativa para Alemania (AfD), una formación en auge muy crítica con Europa y los extranjeros. De hecho, uno de los líderes de este partido, Jörg Meuthen, aseguró que el suceso pone en evidencia a quienes tacharon de populistas sus advertencias sobre el riesgo que suponía la entrada «incontrolada de cientos de miles de jóvenes varones procedentes de culturas islamistas y patriarcales».
En medio de esta trágica polémica, y en declaraciones a la revista «Der Spiegel», el alcalde de Friburgo, Dieter Salomon, insistió en que «el crimen no es peor porque lo haya cometido un refugiado». «Si hubiera sido un alemán, no estaría menos horrorizado», añadió. En la misma línea, el vicecanciller y líder socialdemócrata Sigmar Gabriel, insistió en que este tipo de crímenes abominables «ya existían antes de que llegara el primer refugiado desde Afganistán o desde Siria» y rechazó todo tipo de comentarios o actitudes xenófobas; algo que, sin embargo, no ha mermado la indignación de la opinión pública. En la misma línea, Merkel insistió en que «esto no puede liderar al rechazo de un grupo entero, como no generalizamos sobre un grupo entero como por una única persona en otras circunstancias».
La Policía alemana descarta por el momento que el adolescente afgano tengaconexión con otro asesinato cometido en Endingen, cerca de Friburgo, donde una joven de 27 años desapareció el 6 de noviembre mientras corría y su cadáver fue encontrado cuatro días después.
En el caso del iraquí que ingresó ayer en la cárcel, la Fiscalía da por seguro que el detenido cometió las dos agresiones sexuales graves por los restos biológicos hallados en la escena de ambos delitos. El arrestado está acusado de un intento de asesinato, un intento de violación, una violación consumada, dos delitos de lesiones graves y uno por un robo, pues le quitó el dinero a una de sus víctimas tras la violación. La primera violación se produjo a principios de agosto y tuvo como víctima a una estudiante china de 21 años, mientras que la segunda tuvo lugar a mediados de noviembre y en ella la agredida fue una universitaria de 27 años también de origen chino. En ambos ataques, registrados en el distrito universitario de Bochum, el agresor –según la Fiscalía– ejerció una gran violencia contra sus víctimas, centrando sus golpes en el cuello y la cabeza de las jóvenes, con el objetivo de anular su resistencia.
Detonante de la ira
- Octubre. Un adolescente afgano, que llegó a Alemania en 2015, fue detenido el viernes acusado de violar y asesinar a una estudiante de 19 años cuando volvía de una fiesta en el suroeste de Friburgo. La joven era voluntaria en un centro de refugiados.
- Agosto y noviembre. Un iraquí de 31 años violó y robó a una estudiante china de 21 años en verano e intentó violar y asesinar a otra de 27 en noviembre. Ambos crímenes ocurrieron en Bochum.
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