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El «crack» puede esperar

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Continúa la euforia en los mercados, nadie se quiere perder las subidas y sigue entrando dinero, sobre todo, en nuestro Ibex. Los inversores se preguntan cómo obtener rentabilidades atractivas: los bancos remuneran los depósitos a tipos muy bajos, la renta fija ya no ofrece rentabilidades especialmente atractivas después de haberse relajado mucho la prima de riesgo en los últimos meses y ven, por tanto, en la Bolsa una oportunidad para rentabilizar sus inversiones. La elección de muchos de ellos ha sido la bolsa española, una de las más cíclicas, y es que la situación actual de calma en los mercados y de ausencia de nerviosismo hace que los activos más cíclicos, que son también los que tienen un mayor riesgo en esta época, sean los más interesantes al ofrecer un mayor potencial de revalorización.

En esta situación, sin embargo, hay que destacar un factor clave para explicar estas subidas: Estados Unidos. La falta de acuerdo en el Congreso sobre el cierre de la Administración y el límite de endeudamiento hasta el último momento no ha tenido apenas repercusión durante las últimas semanas en las bolsas mundiales, que descontaban un final feliz porque daban por hecho que la primera potencia mundial no se iba a permitir el lujo de autoproclamarse en «quiebra técnica» sólo porque sus políticos no hubieran llegado a una posición común. Recordemos que Estados Unidos tiene un límite de endeudamiento por ley que iba a tocarse durante la madrugada de este mismo jueves, con lo que, llegado a ese punto, al Tesoro estadounidense se le prohibía seguir emitiendo deuda y se le acababa la posibilidad de financiarse por esa vía, lo que acabaría derivando en una situación de impago en cuanto se acabaran los aproximadamente 36.000 millones de dólares (unos 27.000 millones de euros) que le quedaban todavía en «caja».

Este escenario hubiera llevado tanto a Estados Unidos como a Europa y su tímida recuperación de nuevo a una recesión. Ahora lo que hay que preguntarse es: ¿será definitivo el acuerdo? Por ahora, nos hemos librado de llegar a esa situación de impago que habría provocado, entre otros efectos perniciosos, subida de tipos de la deuda, aumento del coste de la financiación, restricción del crédito, caída del consumo, aumento del desempleo y entrada en recesión... Pero ha quedado claro que la solución al problema no es definitiva y sólo lo pospone para más adelante. Se calcula que entre los meses de enero y febrero del año que viene volveremos a tener una situación similar, dado que Estados Unidos sigue gastando más de lo que ingresa, y necesitando, por tanto, aumentar su endeudamiento para hacer frente a sus pagos. Sin embargo, la reacción ha sido muy positiva en las bolsas, especialmente en la de Estados Unidos.

Pero no ha sido sólo el pacto alcanzado en Washington lo único que ha avivado la llama de las subidas, también la sensación de que la retirada de estímulos va a posponerse al menos hasta finales de año, lo que le da más gasolina a los mercados. En el caso del Ibex, estas alzas vienen apoyadas además por los valores más grandes, como Santander, Inditex o Telefónica, lo cual hace que sean más sólidas. Tras el acuerdo, toca mirar a la temporada de resultados, que parece que no va a defraudar y que podría llevar al Ibex a los 10.000 puntos.

*Estratega de mercados de IG