Terrorismo yihadista
El Daesh declara la guerra a la Cruz de Cristo
Dedica gran parte de la revista «Dabiq» a desvirtuar el cristianismo y anuncia que no parará hasta conquistar Roma. Asume la autoría de los últimos atentados cometidos en Europa, entre ellos la decapitación de un sacerdote en Francia
Dedica gran parte de la revista «Dabiq» a desvirtuar el cristianismo y anuncia que no parará hasta conquistar Roma. Asume la autoría de los últimos atentados cometidos en Europa, entre ellos la decapitación de un sacerdote en Francia
El Estado Islámico (EI) ha esperado más de cien días para hacer público un nuevo número de su revista «Dabiq», bajo el título de «Derribar la cruz» (de Cristo), en el que asume la autoría de los atentados de Orlando (Estados Unidos), Dacca (Bangladesh), Magnanville, Niza y Normandía (Francia) y Wurzburgo y Ansbach (Alemania). Afirma que en estas acciones criminales se produjo el «martirio» de «doce soldados del califato» y las «muertes y lesiones de más de 600 «cruzados». Los yihadistas insisten en que sus combatientes han recibido la orden de atacar «sin demora». Dentro de su fanatismo, los terroristas afirman que después de tantos atentados y víctimas, lo lógico es que los occidentales reflexionen sobre las razones que llevan a los musulmanes a esta actitud de «animosidad y enemistad», «considerar la posibilidad de arrepentirse y aceptar el islam».
Los terroristas están convencidos de que estamos ante un conflicto de religiones: «Ésta es una guerra justificada divinamente entre la nación musulmana y las naciones de la incredulidad». Y aseguran que Alá ampara la difusión de sus creencias mediante el uso «de la espada», que es una obligación que se encuentra en el Corán. Amenazan con que «la guerra sólo terminará con la bandera negra de Tawhid (monoteísmo islámico) aleteando sobre Constantinopla (Estambul) y Roma, lo que no es difícil para Alá». «Saben muy bien que nuestra lucha continuará hasta que sean derrotados, se sometan a la regla de su creador o hasta lograr el martirio. Alá ha hecho nuestra la misión de hacer la guerra contra la incredulidad hasta que deje de existir. Él nos ha ordenado matar a todos los paganos dondequiera que estén».
El Papa Francisco, como jefe de la Iglesia católica, se convierte en el objetivo de sus ataques, sobre todo después de la declaración que hizo en su día de respeto «a los verdaderos seguidores» del islam para que no se generalizara un odio contra esta religión. A este respecto, los yihadistas consideran un ataque contra ellos la entrevista que mantuvo Francisco «con el infame Ahmed el Tayeb, líder de la Universidad de Al Azhar, al que se presentó como el representante de los musulmanes suníes en todo el mundo». Creen que es un intento de desvirtuar a su «califa» Bagdadi.
«Benedicto XVI –agregan–, el predecesor de Francisco, decía que la democracia contradice la esencia del islam, que simplemente no tiene separación entre la política y la esfera religiosa real de los musulmanes. Así, mientras que Benedicto, y muchos antes que él, hicieron hincapié en la enemistad entre los cristianos paganos y musulmanes monoteístas, el trabajo de Francisco es notablemente más sutil, evitando palabras de confrontación, jugando el papel perfecto para su infiltración en tierras musulmanas». Los yihadistas llegan a afirmar que la condena que hizo Francisco del atentado contra una discoteca gay de Orlando, indicando que «no deben ser objeto de discriminación, que deben ser respetados y acompañados pastoralmente», lo que esconde es la búsqueda de apoyos de los gays en la cruzada contra la nación musulmana en general y el Estado Islámico en particular.
Los «teólogos» del EI creen que «siempre que la humanidad se desvió del culto de Dios envió a un mensajero trayendo la advertencia y buenas nuevas (se supone que los yihadistas). Los que adoraban a otros distintos del creador fueron advertidos de la pena, el tormento y la condena; y a los que perseveraron en el culto al verdadero rey se les prometió el perdón, la salvación y la felicidad eterna. Pero la humanidad a veces elige el mal camino».
Afirman que las Escrituras, incluso el Evangelio, han sido manipulados porque no se conoce el original, lo que provocó el desvío de la gente, hasta que llegó Mahoma, que «fue enviado a llevar los rebaños perdidos de nuevo a la senda de la justicia». «La falsedad debe ser rechazada porque es simplemente falsa, como la verdad debe ser aceptada y seguida porque es verdad», sentencian.
«El Corán es la palabra de Dios que fue revelada al profeta Mahoma y conserva en su forma original hasta el día de hoy un mensaje puro, no contaminado por la religión pagana. Está libre de contradicciones y es auténtico porque se ha transmitido en cadena de una generación a otra». Por contra, la mayor parte de la Biblia está escrita por autores desconocidos. Igualmente, la historia y el propio texto de la Biblia arroja mucha dudas sobre la autenticidad global de esta escritura, afirman. En definitiva, aunque hablen en algún punto sobre una tolerancia vigilada, desvirtúan al cristianismo en contra de lo que ha sido la tradición musulmana para justificar sus atentados.
Los atentados reivindicados
44 días de terror yihadista con 164 fallecidos
- 12 de junio, Orlando
Un hombre de 29 años abre fuego en una discoteca gay en EE UU matando a 49 personas y dejando múltiples heridos.
- 13 de junio, Magnanville (París)
Un hombre asesina con arma blanca a un agente de policía y posteriormente degüella a su mujer.
- 1 de julio, Dacca
Un comando terrorista asesina a 28 personas durante una toma de rehenes en un restaurante de la capital bangladesí.
- 14 de julio, Niza
Mohamed Bouhlel, de 31 años, atropella a miles de personas que celebraban la Fiesta Nacional. Acaba con la vida de 84 personas.
- 18 de julio, Wurzburgo
Un solicitante de asilo de 17 años hiere de gravedad a cuatro personas con un hacha en un tren antes de ser abatido por la Policía.
- 24 de julio, Ansbach
Un solicitante de asilo sirio de 27 años se inmoló con explosivos en la ciudad alemana e hirió de gravedad a 15 personas.
- 26 de julio, St-Etienne
Dos adolescentes degüellan y apuñalan al cura de la iglesia y a un feligrés. El padre Jacques Hamel fallece en el acto. Los yihadistas fueron abatidos.
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