Política

Brexit

El derecho de veto, desactivado

Erik Martel, embajador de España, habla para LA RAZÓN sobre la situación entre Gibraltar y el Brexit

La Razón
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Erik Martel, embajador de España, habla para LA RAZÓN sobre la situación entre Gibraltar y el Brexit.

¿Está ahora España más cerca que nunca de forzar una posible cosoberanía?

Jamás ha estado España más cerca de recuperar el Peñón que cuando la política dejó de estar en manos de los políticos para estarlo en las de un dictador solo responsable ante Dios y la historia. Se consiguió que Naciones Unidas ordenaran a descolonizar Gibraltar y reintegrarlo, a plazo fijo, a la soberanía española. Paralelamente, mediante un riguroso bloqueo, se logró hundir su «economía». Sobrevivía merced a la Base Militar y a las subvenciones hasta que Reino Unido tuvo que acudir a ajustes por la crisis. Londres necesitaba árnica para poder seguir sosteniendo la colonia. Por primera vez se muestra dispuesto a hablar con España sobre soberanía.

Con el PSOE en el Gobierno, ¿es más probable un acuerdo con la Roca?

UCD comenzó por desdramatizar el hecho colonial que quebraba nuestra integridad territorial. Continuó desartillando nuestra victoria diplomática en Naciones Unidas. Los del PSOE continuaron la labor. Terminaron desbaratando todo lo conseguido. Pusieron fin al bloqueo y abrieron la Verja entre La Línea y Gibraltar dando el respiro tan necesario a los británicos.

¿Dónde nace la privilegiada situación económica que disfruta Gibraltar?

Reino Unido logró un estatuto privilegiado en la UE para Gibraltar que le permitía, entre otras cosas, competir ventajosamente con el Campo. Abrir la Verja fue como permitir al Corte Inglés vender sin IVA. ¿Cuánto iban a durar los comercios de la competencia? Pues lo mismo que tardó La Línea en convertirse en uno de los lugares más pobres de Europa y la Colonia en uno de los más ricos.

¿Cambia este escenario con el Brexit?

La fortuna hizo que el Reino Unido refrendara el Brexit. Se consiguió para España el derecho a vetar cualquier acuerdo entre la UE y Reino Unido. La mala suerte ha determinado que Gibraltar esté en Andalucía, el granero de votos del PSOE, y a las puertas de unas elecciones. El Gobierno ha decido desactivar aquel derecho. Hubiera servido para retomar el tema de la propuesta socialista de una cosoberanía o, al menos, para exigir que, si los gibraltareños quieren tener las ventajas de la UE, se ajusten a su normativa como una La Línea más.