Política

Racionamiento en Venezuela

El desgobierno de Maduro

El presidente venezolano trata de atajar la debacle económica con más control estatal

Dependientes en una panadería sin productos de Caracas
Dependientes en una panadería sin productos de Caracaslarazon

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, rindió cuentas ayer ante el Asamblea, con medio país pegado al televisor. Y es que el bolsillo de los venezolanos ya no da más de sí. Ante la incertidumbre generada por la falta de definición sobre las políticas en materia cambiaria, el retraso de las autoridades en la entrega de divisas a los importadores, la caída de las reservas internacionales y los crecientes problemas de escasez e inflación, el mensaje anual en el Congreso fue esperado con una expectativa inusual.

Sin embargo, economistas consultados por LA RAZÓN coincidían antes de su alocución en que el crucial tema cambiario no sería tocado –se espera desde hace un mes un ajuste en el cambio oficial, actualmente en 6,30 bolívares por dólar–, a diferencia de la Ley de Costos, Ganancias y Precios Justos que, aseguraban, sería lanzada de una vez por todas. Esta Ley regulará por decreto los precios de los productos básicos y las ganancias máximas que un comerciante podría sacar a cada producto. El economista Francisco Ibarra esperaba también que el Ejecutivo «ponga sobre la mesa» medidas como aumentar el precio de la gasolina, que se ha postergado varias veces después de su anuncio. Sin embargo, el paralelo en la calle supera los 40 bolívares por dólar.

Algunas empresas de los sectores de alimentos, medicina, comercio y medios de comunicación se han quejado de que desde hace más de un mes el Gobierno no entrega divisas para las importaciones, lo que está afectando a la producción y ha agudizado los problemas de desabastecimiento. Maduro, quien asumió el Gobierno en abril, activó dos meses atrás una serie de medidas para combatir la inflación que implicaron las expropiaciones de comercios de electrodomésticos acusados de especular, la rebaja de precios de algunos bienes, inspecciones de comercios y la detención de empresarios acusados de vender con sobreprecio bienes adquiridos con dólares oficiales. Las medidas adoptadas por el mandatario tuvieron poco impacto sobre la inflación, que cerró el año pasado en el 56,2%, una de las mayores tasas del país en casi dos décadas.

Ante las recientes acciones tomadas por Maduro, que han implicado un mayor control del Estado sobre la economía, entre algunos analistas y bancas de inversión existe escepticismo de que Venezuela, uno de los mayores exportadores de crudo de la región, pueda superar los severos desajustes económicos generados en parte por un creciente gasto público y la millonaria ayuda que ha hecho el Banco Central a la estatal Petróleos de Venezuela S.A.

En medio de este complejo escenario las reservas internacionales del país han registrado en lo que va del año un descenso de 948 millones de dólares que las llevó a inicios de semana a 20.788 millones de dólares. No hay duda de que el 2014 será un año difícil para los venezolanos.