Política

Caso Snowden

El doble rasero de Putin

El líder ruso persigue duramente a quienes critican su gestión

La Razón
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A Dios rogando y con el mazo dando. Ésta parece ser la máxima del presidente ruso Vladimir Putin, quien se ha ganado el aplauso de los grupos de derechos humanos por no entregar a EE UU al filtrador Edward Snowden. En la otra cara de la moneda, aparece la persecución por parte de las autoridades rusas de todos aquellos que han denunciado públicamente la gestión del presidente. Éstos son algunos de los críticos perseguidos por el Kremlin.

MIJAÍL JODORKOVSKI

El magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski fue arrestado en 2003 y sentenciado en 2005 a 13 años de cárcel, junto con su socio Platon Lébedev por varios delitos económicos, entre ellos blanqueo de dinero y robo de petróleo. Jodorkovski, que cumple su pena en una prisión de Siberia, saldrá el próximo año tras la reducción de condena a once años dictada por un tribunal. El fundador de la petrolera Yukos amasó escandalosamente su fortuna durante la presidencia de Yeltsin. Los detractores de Putin siempre han sostenido que el proceso judicial era una farsa orquestada para silenciar a un enemigo político. Jodorkovski había financiado a la oposición y había rumores de que aspiraba a presentarse a las elecciones presidenciales.

ANNA POLITKOVSKAYA

La periodista Anna Politkovskaya mantuvo una actitud combativa al denunciar en sus artículos los abusos de la Policía y los militares rusos durante la guerra de Chechenia en 1999. Tras recibir varias amenazas, el 7 de octubre de 2006 fue asesinada en el portal de su casa. En diciembre del año pasado, un tribunal de Moscú condenó a once años de prisión a un ex policía como colaborador en el asesinato de la redactora. Sin embargo, la familia de la víctima cree que lo importante es saber «quién encargó el asesinato y quién es el asesino».

ALEXANDER LITVINENKO

El espía Alexander Litvinenko murió en 2006 envenenado con polonio 210 vertido en su taza de té en Londres durante una reunión con agentes de seguridad rusos en el hotel Mayfair. Litvinenko se había instalado con su familia en la capital británica en el año 2000, poco después de denunciar que las autoridades rusas estaban planeando asesinar al empresario ruso Boris Berezovski. En la capital británica, el agente trabajaba a sueldo de los servicios secretos del Reino Unido y de España. Al parecer, la víctima estaba preparando un viaje a nuestro país para informar al CNI de los vínculos entre las mafias que actúan en España y Vladimir Putin. Poco antes de morir, Litvinenko culpó al presidente ruso del envenenamiento.

NATALIA ESTEMIROVA

La activista por los derechos humanos Natalia Estemirova fue secuestrada y asesinada el 15 de julio de 2009 en Grozni, capital de Chechenia. Había investigado muchos casos de abuso de las fuerzas militares del régimen de Ramzán Kadírov, respaldado por el Gobierno ruso, durante la segunda guerra de Chechenia, en 1999. Trabajaba para el Human Rights Centre Memorial y sus informes informaban sobre los abusos cometidos durante el conflicto.

SERGUÉI MAGNITSKI

El abogado Serguéi Magnitski murió en una cárcel rusa en 2009 mientras esperaba a ser juzgado por fraude fiscal. Fue encarcelado en 2008 por evasión de impuestos tras denunciar corrupción policial y un fraude fiscal millonario cometido por varios dirigentes rusos. Existe la versión de que Magnitski murió víctima de una brutal paliza propinada por los vigilantes de la cárcel.