Internacional
El Consejo Constitucional argelino acepta la renuncia de Bouteflika y abre un periodo de transición
Gaid Salá, jefe del Ejército y viceministro de Defensa, sostuvo que “no había tiempo que perder”
El jefe del Ejército le advirtió de que no podía esquivar más las reivindicaciones del pueblo.
El Consejo Constitucional aceptó hoy la renuncia a la presidencia presentada el martes por el presidente de la República, Abdelaziz Bouteflika, tras seis semanas de masivas protestas populares.
La renuncia abre un inédito periodo de transición de 90 días tutelado por el presidente del Parlamento, Abdelkader Bensalah, que asume la jefatura interina del estado, con el presidente del gobierno de Transición, Nouredin Bedaui, y el jefe del Ejército, Ahmed Gaïd Salah, nuevo hombre fuerte del país.
Cediendo finalmente a la presión, Buteflika anunció ayer que renuncia a su cargo tras más de cinco semanas de movilizaciones multitudinarias en el país y después de que el Ejército exigiese su dimisión de forma inmediata. Según recogió la agencia estatal APS, Buteflika notificó formalmente al presidente del Consejo Constitucional, Tayeb Belaix, su decisión de poner punto y final a su mandato como presidente tras veinte años ininterrumpidos al frente del poder.
El anuncio del «rais» se produjo apenas una hora después de que el jefe del Ejército, Ahmed Gaid Salah, exigiese la aplicación urgente del artículo 102 de la Constitución, que prevé forzar la vacancia de la presidencia en caso de que el jefe del Estado se encuentre incapacitado para asumir las responsabilidades de su cargo. «Creemos que no es necesario perder más tiempo y que la solución constitucional propuesta, es decir, la implementación de los artículos 7, 8 y 102 [de la Carta Magna] debe realizarse de inmediato», rezaba su mensaje, el más directo emitido hasta la fecha. «Nuestra decisión es clara e irrevocable», añadía, y «apoyaremos al pueblo [argelino] hasta que sus demandas estén plenamente satisfechas».
En el comunicado, difundido por el Ministerio de Defensa al término de una reunión del Estado Mayor en el que participaron todos los altos cargos de las Fuerzas Armadas, Salah también cuestionó la autoría de la carta difundida el lunes por Buteflika. En ella, el presidente prometía que abandonaría su cargo antes del 28 de abril, pero el Ejército aseguró, sin aportar detalles, que la carta fue redactada en realidad por «entidades no constitucionales y no autorizadas a tomar decisiones importantes sobre la fase de transición».
En un nuevo intento de posicionarse con sus demandas lo más cerca posible del pueblo argelino, Salah hizo gala en su mensaje de sus credenciales anticolonialistas, recurriendo así a uno de los ideales que ha servido tradicionalmente a los dirigentes del país árabe para legitimarse en el poder desde la independencia de Francia en 1962.
Asimismo, Salah hizo un repaso de los distintos llamamientos hechos desde mediados de marzo con el fin de encontrar una solución a la crisis que atraviesa el país. Unos llamamientos que fueron aumentando su precisión uno detrás del otro, dado que Buteflika y su círculo más cercano miraban hacia otro lado tras cada vaga referencia expresada por el jefe del Ejército sugiriendo su dimisión.
Entre bambalinas
Por otro lado, el general volvió a referirse en su misiva a unos «sospechosos encuentros mantenidos en secreto» por entidades sin legitimidad «para conspirar contra las demandas del pueblo y adoptar pseudo soluciones fuera del marco constitucional». El enigmático dardo de Salah, que ya había lanzado por primera vez el pasado sábado, iba dirigido al círculo cercano de Buteflika, con quien el jefe del Ejército ha mantenido una guerra abierta desde hace días.
En este sentido, el ex presidente de Argelia Liamin Zerual confirmó ayer que, efectivamente, se había reunido durante el fin de semana con el antiguo jefe de los servicios secretos argelinos, conocido en el país como Toufik. Según la versión de Zerual, el ex jefe de la Inteligencia argelina le habría propuesto asumir la Presidencia del país durante el período transitorio que se abriría tras la dimisión de Buteflika. Una oferta que habría sido propuesta por Said Buteflika, hermano y consejero del presidente y hasta ahora una de las figuras más poderosas del país.
Pide perdón
Además, el ya ex presidente difundió una carta al pueblo argelino en la que defendió sus veinte años de mandato y pidió disculpas por no haber podido concluirlo.
"Dios sabe que fui sincero y fiel. No estoy triste, no temo por el futuro de mi país", fueron dos de las frases más destacadas de una misiva en la que también deseaba que Dios ayude a su sucesor "a seguir concretando las esperanzas y ambiciones de las hijas y de los hijos"de Argelia.
Próximamente, Argelia tendrá un nuevo Presidente y espero que Dios le ayude a seguir concretando las esperanzas y ambiciones de sus hijas y de sus hijos", añadió Bouteflika, quien afirmó haber "pasado"sus "mejores años con los argelinos".
"Y esta es mi esperanza, que se avance con cuidado especial para permitir que los jóvenes y las mujeres acceder a puestos políticos, al Parlamento y la Administración. Porque tengo una gran confianza en su capacidad para contribuir a los desafíos que afronta el país y para construir su futuro", añadió.
Bouteflika, de 82 años, se mostró "orgulloso" de haber contribuido él mismo a mejorar Argelia.
"Que hoy me haya convertido en uno más de los ciudadanos, no me impide estar orgulloso de mi contribución a la entrada de Argelia en el siglo XXI. Su situación es mejor de lo que era antes. Me gustaría rendir homenaje a los logros de los argelinos que me han honrado durante veinte años", dijo.
"No es fácil para mí expresar mis verdaderos sentimientos hacia ustedes. Ya que no consigo expresarlos, mis palabras se limitan a agradecer a la gran mayoría de ustedes con manos limpias y signos de amor y honor", escribió.
"Dios sabe que fui honesto y sincero durante veinte años", dijo el ex presidente antes de reconocer que su país atravesó periodos a veces difíciles.
"Soy un ser humano que no está a salvo del error. Les pido que continúen celebrando y honrando a aquellos que han muerto y aquellos que crearon el milagro de nuestra liberación nacional, a aferrarse a Dios. A no estar divididos y estar a la altura de la responsabilidad de salvaguardar la seguridad de nuestros mártires", escribió Bouteflika que concluyo su misiva con una aleya, un versículo, del Corán.
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