Irak

El Ejército iraquí lanza una ofensiva para recuperar Tikrit

Bagdad confía en que un éxito militar facilite en primavera una operación para expulsar a los yihadistas de Mosul

Fuerzas iraquíes celebran, ayer, la toma de la presa de Udhaim
Fuerzas iraquíes celebran, ayer, la toma de la presa de Udhaimlarazon

Bagdad confía en que un éxito militar facilite en primavera una operación para expulsar a los yihadistas de Mosul

La anunciada campaña para recuperar la localidad de Tikrit, cuna de Sadam Husein, en la provincia de Saladino, empezó ayer con un gran despliegue de efectivos militares y armamento pesado. Se trata de la mayor operación militar desde que el Estado Islámico (EI) tomó el control de Mosul, en junio del año pasado. Unos 30.000 miembros de las fuerzas progubernamentales iraquíes, apoyados por helicópteros y aviones de combate, participaron ayer en la ofensiva para recuperar el control de esta localidad al norte de Bagdad. Según un mando del Ejército, las tropas «avanzaron desde tres direcciones hacia Tikrit», mientras las milicias chiíes estaban posicionadas en las carreteras secundarias «para evitar la huida de los yihadistas», que controlan la localidad desde hace nueve meses.

El primer eje de ataque salió de Samarra hacia Al Dur, población de nacimiento de Ezat Ibrahim al Dauri, el lugarteniente de Sadam. El segundo eje cubrió la vía que une la base aérea Spiker, donde hace nueve meses el EI ejecutó a decenas de soldados iraquíes y publicó las fotografías en las redes sociales, con Tikrit. Otros objetivos de la operación de Saladino son la ciudad de Al Alam y la zona de Al Fatha. El avance terrestre de las tropas fue acompañado por bombardeos de artillería contra las posiciones yihadistas, lo que provocó la huida de radicales suníes, según fuentes castrenses.

En la ofensiva de ayer murieron al menos once soldados y 43 resultaron heridos. En el bando de los yihadistas hubo 34 bajas, entre muertos y heridos, al ser bombardeado uno de sus convoyes al norte de la ciudad de Samarra. La mayoría de los doce vehículos de la caravana yihadista fue destruida. No está claro si en la primera etapa de la ofensiva ha participado la coalición internacional en los ataques aéreos.

En el marco de la operación, las tropas iraquíes desactivaron unos 150 artefactos explosivos y ocho coches bomba. Hasta el momento, el Ejército iraquí ha recuperado el barrio de Al Qadesiya, en el norte de Tikrit, así como zonas al norte de Samarra y otras en la localidad de Al Dur.

El domingo, el primer ministro y comandante general de las Fuerzas Armadas, Haidar al Abadi, visitó Samarra, donde se reunió con dirigentes provinciales y jefes de seguridad para dar su aprobación a la operación. «Es la hora cero», anunció Al Abadi desde esta localidad al sur de Saladino, que las fuerzas iraquíes lograron controlar a principios de enero. Desde entonces, han congregado a las tropas en Samarra para preparar la operación que pretende liberar por completo esta provincia del yugo extremista.

La batalla por Tikrit será la antesala de la gran ofensiva prevista para la primavera para expulsar al Estado Islámico de Mosul, su mayor feudo en Irak. El Gobierno de Bagdad se juega el todo por el nada en esta operación. Una victoria parcial les daría más impulso a los combatientes yihadistas y minaría la moral de los soldados. La base del éxito radicará también en convencer a las tribus suníes de Saladino que le han estrechado la mano a los radicales para que vuelvan a apoyar a Bagdad. De lo contrario, la campaña para recuperar Tikrit podría profundizar la sangrienta división sectaria del país. La población local de este feudo suní ve con malos ojos la participación de las milicias chiíes, que son controladas en gran parte por Irán.

No es la primera vez que el Ejército iraquí ha tratado de retomar la ciudad natal de Sadam, desde que cayó en manos de los yihadistas del EI el pasado verano. En varias ocasiones, el ejército y las milicias progubernamentales han anunciado que iba a comenzar la ofensiva sobre Tikrit y poco después han abortado los planes. Desde un punto de vista militar, la toma de Tikrit es vista como un importante logro táctico al que seguiría una operación de mayor envergadura para recuperar Mosul en la primavera.

Sin embargo, el Ejército estadounidense parece estar dividido sobre la cuestión de si el Ejército iraquí estaría preparado para una ofensiva a gran escala en Mosul, o en la provincia de Anbar, en el oeste de el país, que también está en manos de los yihadistas. En las últimas semanas, algunos funcionarios militares estadounidenses han sugerido que una ofensiva en Mosul podría comenzar en abril. Pero otros responsables castrenses de EE UU creen que las fuerzas iraquíes no están preparadas aún para lanzar una ofensiva en Mosul tan pronto y que no comenzará hasta el otoño.