Estado Islámico
El Estado Islámico gana la batalla del reclutamiento de europeos
Las cárceles e internet, en el punto de mira de las agencias de seguridad de la UE
El reclutamiento de occidentales por parte del grupo yihadista Estado Islámico está alcanzando unos límites que atemorizan a los gobiernos de toda Europa. Se cuentan por miles los ciudadanos que vivían, en mejores o peores condiciones, en un país europeo que decidieron cambiar su día a día por la radicalización de la yihad y la lucha en las filas de uno de los grupos terroristas más sanguinarios. Las agencias de seguridad europeas temen que los yihadistas vuelvan a sus países natales a perpetrar atentados contra objetivos locales como ocurrió en París.
Bélgica se sitúa a la cabeza como el país con mayor concentración de yihadistas de toda Europa. Un total de 350 nacionales han ido a luchar a Siria e Irak, «el mayor número per cápita en Europa», según datos publicados por la BBC. De ese total, apenas un 10% tiene alguna relación con «Sharia4Belgium», considerada como un grupo terrorista por un tribunal de Amberes y cuyos dirigentes, Fouad Belkacem, Houssien E. y Mohamed E.Y., fueron condenados a prisión. Belkacem, que era conocido por la Justicia belga por robos, reclutaba en plena calle pero él nunca viajó a Siria.
Junto a esta cúpula fueron condenados otros 43 islamistas radicales, a entre tres y doce años de cárcel, aunque apenas ocho estuvieron presentes en el juicio. El resto siguen en Siria o han fallecido en combate. Los abogados de Houssien alegaron que éste murió en agosto de 2013, aunque la Justicia belga mantiene sus reservas ante tal afirmación porque no existen pruebas que evidencien su fallecimiento. Muchos terroristas fingen su propia muerte con el objetivo de evitar a la Justicia en su país de origen.
El juicio llegaba apenas un mes después de que Bélgica viviera una gran operación antiterrorista en Verviers con la que se evitaron atentados inminentes en el país y que se saldó con dos muertos y quince detenidos, trece de ellos en Bélgica y dos en Francia. El supuesto cabecilla de esta célula terrorista belga continúa en paradero desconocido. el supuesto cabecilla de la célula terrorista belga, el bruselense de origen marroquí Abdelhamid Abaaoud, que podría vivir en Grecia. Aunque las autoridades no han dado con él, el EI en su revista «Dabiq» le entrevistaba en su último número. Aunque el reportaje iba acompañado de diversas imágenes, las fotografías eran de su época como combatiente en Siria y no en territorio europeo.
Francia también ha sufrido masivamente el reclutamiento de sus nacionales por parte del Estado Islámico. Por ejemplo, Amedy Coulibaly, el autor del secuestro de rehenes en el supermercado Hyper Cacher, fue detenido en varias ocasiones por robo y se radicalizó en un islamismo fundamentalista durante su ingreso en prisión. Allí conoció a Cherif Kouachi, uno de los autores de los atentados de París contra la revista «Charlie Hebdo». En total, 1.400 yihadistas provienen de Francia.
Reino Unido es otro de los países con mayor concentración de yihadistas, un total de 600, el mismo número que Alemania. De hecho, uno de los yihadistas desgraciadamente más famosos por su decapitaciones públicas es británico. «Yihad John», londinense nacido en Kuwait, estudió informática en Westminster y era conocido por los servicios de Inteligencia. En su caso, el dinero no fue un problema para unirse a la yihad puesto que su familia era de clase media. Quedan muchos interrogantes sobre qué ocurrió para que a Mohamad Emwazi, de 26 años, no le tiemble el pulso a la hora de asesinar delante de la cámara.
Combatir esta forma de reclutamiento se hace cada vez más complicada. A nivel europeo se coordinan los servicios de Inteligencia a través de Europol, a pesar de que la lucha contra el terrorismo forma parte de la competencia de cada Estado miembro. Un caso tan extremo como la amenaza del yihadismo hace que se convierta en prioritario jugar en un nivel europeo. Los expertos debaten también la necesidad de que este tipo de terroristas «estén separados en las cárceles, de forma que se pueda evitar la expansión de la radicalización en las prisiones» y contar con la comunidad musulmana para poder desmontar el mensaje radical del yihadismo. La labor de los imanes es clave en la lucha contra este tipo de fundamentalismos, aunque algunos analistas reconocen que las mezquitas están dejando paso al mensaje a través de internet.
Una de las medidas más mencionadas en Europa es el registro de datos de pasajeros (PNR, por sus siglas en inglés). Sin embargo, no será tarea fácil ni rápida porque en el Parlamento Europeo no existe consenso entre los grupos para aprobar esta medida. La izquierda se desmarca porque considera que atenta contra la protección de datos. Los eurodiputados se comprometieron a trabajar «en la creación de una directiva del PNR a finales de año».
Radicalización femenina por WhatsApp
Este fenómeno del reclutamiento por parte de EI llega hasta las mujeres. Al igual que Hayat Boumeddiene, la viuda de Coulibaly, cada vez son más las mujeres que se radicalizan para unirse a la yihad. Empiezan a ser reclutadas para combatir, a pesar de que los islamistas radicales tienen aversión a la imagen de una mujer armada. Ellas asegurarán un relevo generacional para el grupo terrorista. Niños que nazcan en un entorno de radicalización seguirán los pasos de sus progenitores. Algunos medios europeos lo llaman la «feminización del terrorismo». Las alarmas se han vuelto a disparar después de las detenciones en España. Los cuatro presuntos integrantes de una red de reclutamiento para el EI captaban yihadistas y mujeres, éstas últimas a través de un grupo creado en WhatsApp.Amira, Shamina y Kadiza se llaman las tres adolescentes londinenses que el 17 de febrero volaron a Turquía reclutadas por EI. La Policía reconoce que pueden haber llegado a Siria. En total, más de medio millar de occidentales han sido captadas por la organización terrorista.
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