Política

Italia

El Gobierno de Letta, al borde del colapso

La dimisión en bloque de los ministros de Berlusconi asesta un golpe de gracia al Ejecutivo. El primer ministro mantiene la moción de confianza

El primer ministro italiano, Enrico Letta, junto con la mano derecha de Silvio Berlusconi, Angelino Alfano en el Parlamento italiano
El primer ministro italiano, Enrico Letta, junto con la mano derecha de Silvio Berlusconi, Angelino Alfano en el Parlamento italianolarazon

La dimisión en bloque de los ministros de Berlusconi asesta un golpe de gracia al Ejecutivo. El primer ministro mantiene la moción de confianza

Ahora parece que es la buena. Después de sus continuas amenazas de acabar con el Gobierno de coalición, que pese a su tremendo desgaste sólo tiene cinco meses de vida, Silvio Berlusconi decidió ayer que debían dimitir los ministros de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), lo que aboca al Ejecutivo a una crisis de difícil resolución. El «casus belli» que esgrime el magnate para su golpe de mano es la decisión del primer ministro italiano, Enrico Letta, de congelar todas las actividades gubernativas hasta que «Il Cavaliere» aclarase si seguía o no mantieniendo su apoyo. El parón echa por tierra la congelación de la subida del IVA, que ahora parece inevitable y pasará del 21 al 22 por ciento. El PDL había hecho de este asunto uno de sus eslóganes electorales.

El viernes, Letta había anunciado su deseo de someterse a una moción de confianza a principios de semana para forzar a su socio a que mostrase de una vez sus cartas. Para el ex mandatario, el aumento del IVA y el «ultimátum» del líder del izquierdista Partido Democrático (PD) resultaron «inadmisibles», pues constituían una «grave violación» de los pactos a los que había llegado la coalición. Letta, en cambio, se limitaba a responder a las amenazas vertidas durante la semana por Berlusconi, quien pidió a sus parlamentarios que presentasen su dimisión en masa si él perdía su escaño de Senado. Se trata de una consecuencia inmediata de su condena en el «caso Mediaset» por un delito de evasión fiscal, ya que una ley aprobada hace menos de un año y apoyada por el propio PDL prevé la expulsión del Parlamento de quienes reciben una pena en firme de más de dos años de cárcel. En un giro esquizofrénico, el centro derecha pretende ahora que el Tribunal Constitucional fulmine esta ley pues considera que no puede aplicarse de forma retroactiva. El primer ministro italiano insistió ayer en la vía de la moción de confianza al decir que la aclaración «debe producirse en el Parlamento, a la luz del sol y delante de los ciudadanos». Además criticó que «Il Cavaliere» «le dé la vuelta a la tortilla» al presentar las hechos que han llevado a la crisis de Gobierno. El primer ministro italiano calificó lo ocurrido como un «acto loco para tapar sus asuntos personales». Con la dimisión de los ministros de su partido, Berlusconi aumenta la presión sobre Letta para intentar que su formación le apoye en las deliberaciones del Senado sobre su inhabilitación. «Il Cavaliere», al mismo tiempo, también podría apelar al presidente de la República, Giorgio Napolitano, para que le conceda la gracia y pueda seguir ejerciendo cargos públicos. Aunque consiguiera ahora retener su escaño de senador, soló retrasaría unas semanas este escenario, pues la segunda parte de la condena en el «caso Mediaset» dicta su expulsión del Parlamento. Sólo hay que esperar a que, en la segunda mitad de octubre, el Tribunal de Apelación de Milán decida cuánto tiempo estará inhabilitado. El acoso a Letta y el posible ruego a Napolitano es uno de los escenarios plausibles, pero las opiniones cambiantes del magnate hacen que sea máxima la inestabilidad sobre lo que pueda pasar en Italia. Su golpe de mano provoca un escenario de pesadilla para el país.

Los empresarios y analistas ya habían advertido durante toda la semana de los riesgos que suponía la posible caída del Gobierno. Se teme la reacción que el lunes puedan tener los mercados, con previsibles subidas de la prima de riesgo y bajadas de la Bolsa. No está claro que Napolitano vaya a convocar elecciones, pues podría intentar crear un Gobierno provisional destinado sólo a cambiar la ley electoral y aprobar los Presupuestos antes de acudir de nuevo a las urnas.

En este escenario, el hueco que dejan los ministros del PDL podría ser ocupado por parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas (M5E), la formación del histriónico y populista cómico Beppe Grillo. Algunos parlamentarios del M5E ya han dicho que estaban a favor del nacimiento del llamado «Gobierno de objetivos». Enrico Letta podría repetir como primer ministro en este eventual nuevo Gabinete de coalición.