Estados Unidos

Trump: tres jefes de campaña en tres meses

Dimite Paul Manafort tras el escándalo de los pagos en negro de un partido prorruso ucraniano y pone al magnate contra las cuerdas

Paul Manafort ha dimitido dos días después de que el magnate neoyorquino remodelara su equipo
Paul Manafort ha dimitido dos días después de que el magnate neoyorquino remodelara su equipolarazon

Dimite Paul Manafort tras el escándalo de los pagos en negro de un partido prorruso ucraniano y pone al magnate contra las cuerdas

Un nuevo anuncio ha dado un giro inesperado a la ya de por sí impredecible campaña presidencial del nominado republicano Donald Trump. Ocurrió ayer, cuando Paul Manafort, jefe de campaña de Trump, presentó su dimisión, sólo dos días después de que el magnate remodelara su equipo para la recta final de su carrera a la Casa Blanca. «Esta mañana Paul Manafort me ha ofrecido su dimisión, y yo la ha aceptado», expresó Trump, quien le agradeció su «gran trabajo» durante el proceso de primarias y la convención republicana.

El magnate contaba con su apoyo de facto desde el pasado marzo, cuando pensó en él, famoso por asesorar a Gerald Ford, Ronald Reagan, George H. W. Bush y Bob Doleque, como el estratega y consejero del «establishment» que lograría calmar a los grandes donantes y las turbulencias internas del partido. Pero los planes no salieron como se esperaban. Manafort anunció su marcha poco después de que Trump designase jefe ejecutivo a Stephen K. Bannon, directivo de un medio conservador y afín a las provocaciones del magnate, y a Kellyanne Conway. Estos últimos cambios han sido forzados, entre otros, por Jared Kushner, marido de la hija de Trump, Ivanka, que desde el principio chocó con el estratega del «establishment».

Manafort se unió a la carrera del multimillonario tres meses antes de la dimisión del hasta entonces responsable de la campaña, Corey Lewandowski, por sus relaciones «hostiles» con la prensa y el malestar de algunos miembros del Comité Nacional Republicano. Éste formó parte de su equipo desde principios de 2015. Ambos compitieron durante meses por lograr la confianza del magnate, hasta que la victoria quedó clara, cuando Trump despidió a Lewandowski en el mes de junio.

La dimisión de Manafort se produce, asimismo, tras un nuevo escándalo publicado por el periódico «The New York Times», que le acusa de recibir durante un periodo de seis años casi 13 millones de dólares procedentes de un partido prorruso en Ucrania. Esos pagos, entre 2007 y 2012, aparecen en unos libros de contabilidad secretos del Partido de las Regiones del derrocado presidente ucraniano Víktor Yanukóvich que están siendo investigados por la Oficina Anticorrupción en Kiev.

Sea cual sea el detonante de su decisión, lo cierto es que su abandono obliga ahora a Trump a elegir a su tercer portavoz de campaña en apenas tres meses, un cargo para el que podría tener grandes papeletas Bannon.

En medio de estas fricciones, el multimillonario sorprendió este jueves con una línea discursiva más humilde en un acto en Charlotte, en Carolina del Norte, donde se disculpó por sus polémicas salidas de tono durante la carrera presidencial. «Hay veces que en el ardor del momento y hablando sobre muchas cosas, uno no elige las palabras correctas o dice lo que no tiene que decir»,aseguró. «Lo lamento, en particular cuando he provocado daños personales», dijo, sin concretar ninguna de sus impertinencias. «Hay mucho en juego» para consumirse con «estas cuestiones», añadió mientras se jactaba de decir «siempre la verdad» y de ser «muy honesto» con sus votantes. Una cualidad que, a su juicio, no tiene su rival demócrata Hillary Clinton, quien «nunca dice la verdad», criticó.

Clinton «delató» a Powell ante el FBI

Hillary Clinton, candidata demócrata a la Casa Blanca, aseguró ante el FBI que el ex secretario de Estado Colin Powell (republicano) le sugirió que utilizara una cuenta personal de correo electrónico, según publicó ayer «The New York Times». El asunto de los emails ha sido uno de los más polémicos en la campaña presidencial, sin embargo, tras el interrogatorio del FBI, éstos aseguraron que no consideraban que debiera ser imputada.