El método del puñal y el coche

Scotland Yard no había comunicado a última hora de la noche de ayer a los servicios antiterroristas internacionales, en concreto a los españoles, datos sobre la identidad del autor del atentado o sobre la presencia de un posible segundo terrorista, según informaron a LA RAZÓN fuentes que seguían lo acontecido de Londres. Se considera normal que los agentes británicos realicen primero las investigaciones y, sólo en el caso de que pueda surgir alguna conexión del yihadista con otro país, pidan su colaboración con el fin de contribuir al rápido esclarecimiento del hecho y arrestar a posibles cómplices. Por las fotos que se han difundido del presunto autor de la acción criminal, y sólo a título de especulación, los expertos con los que habló este periódico señalaron que podría tratarse de un «retornado». Es decir, alguien que ha estado combatiendo con el Estado Islámico en Irak y Siria y que ha vuelto a Europa con el fin de cometer atentados.

Este tipo de individuos, según se indicaba hace unos días desde Europol, constituyen uno de los peligros más serios para la seguridad en Europa, dado que tienen experiencia en combate y están completamente fanatizados. También se consideraba la posibilidad de que se tratara de un individuo que llevara algún tiempo asentado en Inglaterra y que, siguiendo las directrices de los cabecillas de la banda yihadista, hubiera decidido «pasar a la acción». Resulta significativo que haya utilizado las dos «armas» que recomienda el EI en sus publicaciones: un vehículo de gran potencia y el cuchillo. Al cierre de esta edición, desde algunos medios, sin que hubiera ningún tipo de confirmación oficial por parte de las autoridades británicas, se hablaba de la posibilidad de que se tratase de un imán conocido por su radicalización salafista.