Cuba

El misterioso espía castrista que se echó en brazos de la CIA

Rolando Sarraff es el agente liberado por Castro tras 19 años en cárceles cubanas por ayudar al enemigo. Su hermana Vilma, que vive en España, asegura a LA RAZÓN que la familia desconoce su paradero actual

El misterioso espía castrista que se echó en brazos de la CIA
El misterioso espía castrista que se echó en brazos de la CIAlarazon

El misterioso espía liberado por Cuba al que se refirió Barack Obama en su histórico discurso del miércoles ya tiene nombre. Aunque el presidente norteamericano evitó desvelar su identidad, fuentes de la Administración han confirmado a «The New York Times» que se trataría de Rolando Sarraff Trujillo, un agente de inteligencia cubano especialista en criptología que suministró valiosa información a la CIA en 1995 hasta que fue detenido por el régimen castrista y condenado a 25 años de cárcel. «Estoy convencido en un 99% de que es él», aseguró a LA RAZÓN Pedro Riera Escalante, también ex oficial de Inteligencia cubana durante 25 años y ahora exiliado en España. «Lo conocí en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, en La Habana, en el año 2002. Los dos estábamos en módulos de alta seguridad», afirma Riera Escalante.

Al contrario de Alan Gross, el contratista norteamericano liberado en Cuba, muy poco se sabía del enigmático agente Sarraff hasta que Obama se refirió a él como «uno de los activos de inteligencia más importantes que EE UU ha tenido nunca en Cuba». Riera Escalante, que también fue juzgado por el castrismo y condenado a prisión, indicó que Sarraff protagonizó una de las historias más célebres del espionaje entre Cuba y Estados Unidos. Gracias a él, los norteamericanos consiguieron descubrir a la infiltrada Ana Belén Montes, una analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), que durante más de 15 años suministró información a La Habana.

Montes fue detenida en 2001 y cumple una condena de 25 años en una prisión estadounidense. Las entregas secretas de Sarraff a la CIA también fueron importantes para desarticular la red Avispa en 1998, de la que formaban parte los tres espías liberados el miércoles en virtud del acuerdo entre Cuba y Estados Unidos. Además, los datos suministrados por Sarraff también abrieron el camino para la detención de los «topos» Walter Kendall Myers, ex oficial del Departamento de Estado de EE UU, y su esposa Gwendlyn Steingraber.

Riera Escalante cree que Sarraff estuvo poco tiempo colaborando con la CIA, aunque sus entregas “fueron muy importantes para los norteamericanos”. Su trabajo como agente comunista en La Habana consistía en descifrar códigos enviados por los espías cubanos en EE UU, según publica “The New York Times”.

A mediados de los años noventa, Rolando habría suministrado información sensible a su colega José Cohen Valdés, otro agente cubano, quien a su vez se la enviaba a la CIA. Cuando las autoridades cubanas descubrieron a los «topos», Cohen pudo escapar en lancha hacia Estados Unidos. Sarraff no corrió la misma suerte. «Mi hermano fue raptado el 2 de noviembre de 1995 cuando iba a trabajar y nunca más volvió a casa», relató a LA RAZÓN su hermana Vilma Sarraff, que vive en España desde hace 20 años. Su hermana Katia también vive en nuestro país desde hace 16 años.

En declaraciones a «Newsweek», Chris Simmons, un ex analista de la DIA, señaló que el daño que Sarraff provocó a la seguridad del Estado cubano fue tan grande que sólo se salvó de la pena de muerte porque sus padres eran tres agentes retirados de la Inteligencia cubana. Riera, que lo conoció en 2002, dice sobre las motivaciones que llevaron a su compatriota a colaborar con el enemigo: «No lo hizo por dinero, sino por una convicción política».

Vilma Sarraff señaló que ella y sus padres, que viven en Cuba, están muy preocupados porque desde hace dos días su hermano no responde a las llamadas en la cárcel de Villa Marista, donde se encontraba cumpliendo condena a falta de seis años para ser excarcelado: «Mis padres fueron a verle el lunes y estaba bien. Pero desde el martes no consiguen contactar con él. Sólo nos han dicho que ya no está en esa prisión. No sabemos si ha sido liberado. Supongo que si es así, el primer sorprendido habrá sido él», aseguró Vilma Sarraff.

El padre de Rolando, también del mismo nombre, habló hoy con LA RAZÓN por teléfono desde Cuba y afirmó que confía en que su hijo esté en libertad, probablemente en Estados Unidos. “Cuando le vimos en la cárcel de Villa Marista el pasado lunes se encontraba perfectamente. Espero que ahora haya quedado libre”. Rolando padre aseguró que nunca habló con su hijo sobre los motivos de su detención cuando le visitaba en prisión. Sarraff, que ahora tiene 51 años, trabajaba en el Ministerio del Interior cubano cuando fue detenido. Anteriormente había cursado estudios de Periodismo en la Universidad de La Habana. “Nunca nos dijo nada de su trabajo. Sólo sé que se ha pasado 20 años en una cárcel bajo una dictadura brutal y 18 en una celda en aislamiento total”, añadió Vilma.

Las operaciones de espionaje entre Cuba a Estados Unidos constituyen uno de los capítulos menos conocidos y más dramáticos del enfrentamiento entre estos dos viejos adversarios. «Pero que nadie se lleve a engaño, pese al acercamiento, esto no ha terminado, la guerra de espionaje es algo permanente», afirma Pedro Riera.