Sucesos

El monje budista que perdió el pulso con el Gobierno vietnamita

«Siempre dije que si destruían mi pagoda me convertiría en un monje sin templo, como una persona sin hogar»

Escombros de la pagoda de Lien Tri, en Ho Chi Minh (antigua Saigón), después de su demolición el pasado 8 de septiembre
Escombros de la pagoda de Lien Tri, en Ho Chi Minh (antigua Saigón), después de su demolición el pasado 8 de septiembrelarazon

«Siempre dije que si destruían mi pagoda me convertiría en un monje sin templo, como una persona sin hogar»

Tras resistir durante más dos años el asedio de grúas y excavadoras, el monje vietnamita Thich Khong Tanh ha perdido su pulso con las autoridades y ha sido forzado a abandonar su pagoda, demolida a las pocas horas de su desahucio.

Las autoridades llegaron a su pagoda en Ho Chi Minh (antigua Saigón) el 8 de septiembre y le ordenaron que abandonara lo antes posible el templo en el que había pasado, con alguna interrupción, el último medio siglo.

"Siempre dije que si destruían mi pagoda me convertiría en un monje sin templo, como una persona sin hogar. Quizá pida el estatus de refugiado porque no tengo adónde ir", declaró Tanh a la emisora Radio Free Asia (RFA).

El bonzo, delicado de salud a sus 72 años, tuvo que ser internado en el hospital poco después de su expulsión y prefiere no hacer más declaraciones hasta recuperarse.

Antes de la demolición, las autoridades trasladaron las estatuas, y las 400 cajas con cenizas humanas a otra zona más alejada de la ciudad, donde está prevista la construcción de un nuevo templo.

La pagoda de Lien Tri, erigida en 1940 en el área de Thu Thiem, una zona rural cercana al centro urbano, ha sido devorada por los ambiciosos planes de desarrollo de las autoridades, que quieren convertir la zona en el nuevo distrito financiero de la capital, de nueve millones de habitantes.

El templo resistió como la última estructura en pie junto a una iglesia católica algo más alejada de la zona en construcción mientras los primeros rascacielos comenzaban a tomar forma.

Las autoridades expropiaron en los últimos años a miles de personas, que se manifestaron en vano contra la decisión y tuvieron que aceptar la compensación económica que les ofrecían para abandonar su vivienda.

Recibieron 10 millones de dong (448 dólares o 400 euros) por metro cuadrado, un valor por el que, según Tanh, no podrán adquirir una nueva vivienda sin endeudarse.

"Es injusto porque ellos tienen que pedir un crédito al banco para comprar su nueva casa mientras que el Gobierno ganará mucho dinero cuando revenda los terrenos para la construcción del nuevo distrito. Pero no tienen opción", manifestó el religioso a Efe el abril pasado.

En los últimos años Tanh había rechazado los ofrecimientos económicos del Gobierno, que llegó a prometerle 274.000 dólares y la posibilidad de irse a otra pagoda, pero él siempre insistió en que "no era cuestión de dinero".

Según Radrio Free Asia, en los últimos meses la Policía había vigilado el templo de forma constante y había impedido a algunos fieles el acceso durante festividades especiales.

Además de ser un obstáculo para los lucrativos proyectos inmobiliarios, Tanh es desde hace décadas una figura incómoda para el régimen comunista por pertenecer a una rama del budismo no reconocida por Hanoi.

"Llevo más de 30 años protestando por el trato que recibe mi religión (la Iglesia Budista Unificada). El Gobierno quiere controlar todo lo que hacemos", protestaba Tanh.

Además, las autoridades consideraban la pagoda de Lien Tri como un punto negro por la ayuda de Tanh a combatientes del Ejército de Vietnam del Sur durante la Guerra de Vietnam (1955-1975) y por acoger a personas perseguidas por el régimen en la actualidad.

Aunque había recabado el apoyo de organizaciones internacionales y mantiene un contacto frecuente con la Embajada estadounidense, finalmente ha tenido que rendirse y aún no ha decidido si permanecerá en Vietnam o se exiliará. Efe