Guerra en Irak

El príncipe Carlos reprochó a Tony Blair la falta de recursos de las tropas en Irak

Imagen de archivo de febrero de 1999, de Tony Blair y el príncipe Carlos durante el entierro del rey Husein de Jordania
Imagen de archivo de febrero de 1999, de Tony Blair y el príncipe Carlos durante el entierro del rey Husein de Jordanialarazon

El príncipe Carlos escribió en 2004 al entonces primer ministro británico, Tony Blair, para expresarle su temor ante la posibilidad de que las tropas desplegadas en Irak pudiesen carecer de los "recursos necesarios", en una de las 27 cartas privadas que ahora han visto la luz.

El periódico 'The Guardian' obtuvo estas misivas en el año 2005, pero los sucesivos gobiernos han bloqueado su difusión y la Fiscalía llegó a advertir de que podría perjudicar al heredero en su futuro papel como monarca.

Sin embargo, el Tribunal Supremo dictaminó en marzo que el veto era ilegal y autorizó la difusión de las cartas, en las que el primogénito de Isabel II rompe la tradicional imparcialidad de la Casa Real para trasladar a miembros del Gobierno sus posiciones personales en temas como la guerra de Irak o la pesca comercial. En una carta fechada en 2004, el príncipe Carlos se queja de los retrasos en la entrega de helicópteros militares para las tropas en Irak. "Temo que éste sea sólo un ejemplo más en el que a nuestras Fuerzas Armadas se les pide realizar un trabajado extremadamente complicado sin los recursos necesarios", lamenta.

Carlos también insta a Blair a promover el sacrificio de tejones para proteger al ganado o a tomar medidas por las regulaciones europeas en relación a la medicina alternativa, mientras que al ministro de Agricultura, Elliot Morley, le advierte de los efectos que la pesca de merluza tendrá para los albatros.

Entre las propuestas figura, además, una petición para que se reduzcan los trámites burocráticos a los ganaderos en la que plantea a Blair que presione a la Oficina de Comercio Justo (OFT) para que suavice ciertas restricciones. El primer ministro responde recordando que la OFT es una institución "independiente": "No podría influir en ella aunque quisiera".

Intenta «ayudar»

Para Clarence House, estas cartas demuestran que el príncipe de Gales "se preocupa mucho por su país"y utiliza su "posición única"para "ayudar". "La publicación de las letras privadas puede limitar su capacidad de expresar las preocupaciones y sugerencias que recibe en el marco de sus viajes y encuentros", ha dicho la oficina del heredero.

En cualquier caso, esta peculiar revelación podría ser la última en la que se vea implicada la Casa Real inglesa. El Gobierno de David Cameron cambió la ley en 2011 para impedir la difusión de la correspondencia entre el Gobierno y el monarca o heredero.