El régimen de Asad declara un alto el fuego de tres días

La violencia remite, pero se mantienen los enfrentamientos en el norte

Tras un Ramadán sangriento en el mundo musulmán, la festividad de Eid Fitr, que marca el fin del mes del ayuno, ha comenzado con una tregua unilateral en Siria. Damasco ha decretado tres días de cese de hostilidades con motivo de la fiesta musulmana. El régimen de silencio de las armas entró en vigor la madrugada de ayer y durará hasta la media noche del viernes, informó la agencia estatal SANA. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) señaló que la tregua cubrirá todo el territorio del país, pero se mostró escéptico sobre las intenciones del Gobierno.

El Ejército Libre de Siria (ELS), la principal alianza rebelde, se sumó a la tregua, al igual que el coordinador general de la opositora Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), Riad Hiyab, que instó en Twitter a hacer lo mismo a todas las partes. Sin embargo, las violaciones del alto el fuego no se hicieron esperar. Aviones de guerra bombardearon barrios de Alepo, la segunda ciudad de Siria, sin que se registraran víctimas. Varios cohetes disparados por facciones rebeldes impactaron en el pueblo de Kefraya, de mayoría chií, y en la provincia septentrional de Idleb, dominada casi en su totalidad por el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda, y sus aliados. También hubo choques entre el Ejército sirio y el Estado Islámico (EI) en el desierto de Homs, así como en Al Malah, en Alepo y en Kabana (Latakia).

Un nuevo cese del fuego es la condición para que puedan reanudarse las conversaciones iniciadas en febrero en Ginebra, actualmente suspendidas. El Observatorio asegura que 1.138 civiles, entre ellos 249 niños, murieron durante el Ramadán desde el 6 de junio. Del total, 655, entre ellos 155 niños, en ataques aéreos a manos de las fuerzas del Gobierno y sus aliados rusos. El EI mató a 98 personas en territorio controlado por Damasco y ejecutó a 45 en su territorio. Además, los guardias fronterizos turcos mataron a 17 personas, según el balance del OSDH. En la noche del martes, tras la ruptura del ayuno, en el último día de Ramadán, un suicida mató a 30 personas en Al Hasaka, noreste del país.